Justo y necesario lo que acaba de hacer Corpoguajira con una planta dosificadora de concreto operada por el Consorcio Aguas de Riohacha y Concreto Hormix SAS, en los patios de la Terminal de Transporte, en donde existe una estación de policía.
Lo extraño es que la planta carece de licencia ambiental y debería investigarse por qué funciona al interior de la Terminal de Transporte de Riohacha, un bien inmueble que supuestamente debe pertenecer al Distrito, al menos no se conocen públicamente los títulos de propiedad que exhiben algunos particulares.
Los operadores de la planta, pese a ser requeridos, lo único que hasta ahora han argumentado, es que no se necesita licencia para montar una planta para producir concreto en una zona residencial, pero además donde a diario asisten todos los viajeros que salen del departamento, operan establecimientos comerciales y restaurantes.
Es claro que una planta de este tipo genera una contaminación, hasta un ciego se percata de la ilegalidad de operar en un establecimiento de esa naturaleza, en un lugar, cuyos predios son del Distrito de Riohacha, hasta que no se demuestre lo contrario.
Es que la obsoleta Terminal de Transporte de Riohacha, poco a poco, le han ido apareciendo dueños. Esta construcción data desde mediados de los setenta. Desde esa fecha, todos entienden que los predios donde fue levantada, pertenecen al ente territorial.
La terminal, además de obsoleta, se encuentra atrapada por particulares, quienes con una facilidad asombrosa logran títulos de propiedad. Los alcaldes de turno se volvieron sordos, ciegos y mudos, frente a una absurda ‘expropiación’.
Primero instalaron en una de sus alas, un hotel. ¡Terrible! Nadie dijo nada. Los funcionarios de ese entonces, dejaron que un exagente de la policía pudieran ‘legalizar’ los predios, le entregaron licencia de construcción y luego le permitieron operar un hotel y otros locales comerciales.
Luego se establecieron varias viviendas, pese a que el predio se encuentra tapiado. La Terminal de Transporte no es el único caso en donde aparecen ‘extrañas titulaciones’. En la calle 11 con carrera 19, una vía pública fue cerrada. Una familia argumenta que tiene títulos.
Los volqueteros de la calle 15 recibieron un permiso político para establecer sus vehículos en ese lugar. Después de muchos años y celebraciones de las festividades de la Virgen del Carmen, siguen en esa zona. A la Laguna Salada le han aparecido dueños, hoy existen colegios, volqueteros, viviendas construidas en palafitos. En los mangles pese a estar cercado aparecen a diarios muchos títulos de propiedad.
Desde hace mucho tiempo la Fiscalía General de la Nación, debió aperturar una investigación para esclarecer cómo se formalizaron esas titulaciones. Parece que a Riohacha la estuvieran subastando al mejor postor. ¿Será que nuestras autoridades seguirán respaldando esta subasta?