Uno de los importantes activos con que cuenta el municipio de Manaure, la sal, ese recurso mineral que le dio vida a ese territorio y subsistencia a cientos de familias wayuú para salir adelante con la crianza de sus hijos.
Hoy nuevamente la empresa evidencia su crisis institucional y económica, por el enfrentamiento entre su gerente y parte de los socios, que no le permite avanzar en su proceso de explotación, transporte y venta de la sal.
La situación es bastante compleja y delicada, razón para hacer un llamado a las partes para que logren un punto de encuentro que permita un acuerdo común que sea benéfico para todas las partes.
Es también una solicitud formal al alcalde electo John Pimienta, para que una de sus primeas acciones cuando se posesione de la mano del gobernador electo Jairo Aguilar, sea poner en blanco y negro el tema en la búsqueda de soluciones que permitan encontrar una solución a la crisis en el mediano y largo plazo.
No es posible que sigan pasando los años y la empresa Salinas de Manaure no logre fortalecerse de la mano de sus socios, trabajadores y comunidad para generar trabajo en una población donde sus niños mueren por desnutrición.
Manaure no puede darse el lujo de observar cómo poco a poco la empresa Sama se acaba, por el desencuentro de quienes la conforman, razón también para que el Gobierno nacional pueda intervenir en la búsqueda de ese camino de prosperidad.
Las salinas no solo es ese mineral que se explota y se vende, es también un activo que ayuda a promover la actividad turística otro renglón importante del municipio.
La sal de Manaure genera prosperidad, y ese recurso bondadoso no puede quedar enterrado cuando cientos de profesionales están en la búsqueda de un empleo digno para sobrevivir, pero también desde sus espacios proponen iniciativas que permitan la recuperación de las salinas.