Lo que faltaba. A la crisis de gobernabilidad destapada tras el pasado consejo de gobierno, en momentos en que nos enfrentamos a la serie de amenazas arancelarias de los Estados Unidos, frente a las crisis humanitarias desatadas por las guerras internas que arrastramos desde hace años; ahora se destapa una verdadera cascada de incrementos en servicios públicos que nos ponen a caminar sobre el filo de una peligrosa navaja, que podría llevarnos a una caída profunda, peligrosa y de un difícil retorno.
El Gobierno nacional acaba de autorizar el incremento hasta en un 35%, en el servicio de gas natural domiciliario e industrial, lo que va a repercutir en otros disparos de la canasta familiar.
Para el gobierno se trata de responder al incremento del precio de la molécula de gas natural y el mayor costo por la distancia del transporte debido al cambio en las fuentes de suministro.
La Guajira dejó de ser el principal abastecedor de este combustible a nivel nacional, y lógicamente se cambian las reglas del suministro, obligando a los mercados y empresas operadoras a buscar nuevos proveedores.
Parece que Ballenas y Chuchupa agonizan. Ahora solo producen un 10% de las demandas instaladas a nivel nacional. Frente a esta situación la empresa Gases de La Guajira, acaba de confirmar que el incremento del precio del gas para los usuarios de este territorio, inicialmente será de un 15%, pero estamos supeditados a los vaivenes del dólar, moneda que rige para este tipo de negociaciones.
Vanti, una de las operadoras que presta el servicio en un amplio sector del centro del país, reveló que “han trabajado arduamente durante meses, previendo el vencimiento de contratos de suministro en el 2024, para que el impacto fuera el menor posible para los usuarios”.
La realidad que se enfrenta en el 2025, ha obligado un duro incremento que rompe todos los indicadores, superando incluso, el 9.54% del aumento del salario mínimo en el país.
Las alzas tienen variables entendibles por efectos del transporte del combustible desde las fuentes de suministro, hasta el consumidor final. En La Guajira se estableció en un 15%. Vanti S.A. ESP, Gas Natural Cundiboyacense S.A. ESP, Gas Natural del Oriente S.A. ESP, y Gas Natural del Cesar S.A. ESP, tiene variables, que están entre el 30 y 35%.
Lo que se viene es duro y nos sigue amenazando el olor a leña y carbón. A 31 kilómetros de las costas de Dibulla, se encuentra el principal hallazgo gasífero de los últimos años. Sirius es la esperanza para el país, pero aún estamos en pañales en los procesos de concertación con las comunidades, e incluso con la decisión para determinar las zonas donde se operará el yacimiento.