Con el fenómeno de las luchas culturales, aparecen dos tipos de sociedades: una donante y otra receptora.
En la donante se opera el cambio social por inmanencia o por contactos; de una u otra forma, la sociedad donante ha experimentado un desarrollo material o inmaterial de su cultura y los rasgos que han motivado el cambio han sido aceptados y asimilados consensualmente por todos y cada uno de los miembros de esta sociedad. Las personas interactuantes de esa sociedad o de los diferentes grupos que la componen, comienzan a elaborar estrategias y tácticas para imponer los rasgos o elementos culturales propulsores del cambio en su sociedad a otra sociedad.
En San Juan del Cesar, pueblo pujante por centurias, existen estos dos tipos de sociedades. El sanjuanero siempre ha sido exitoso en lo que se ha propuesto, son disciplinados y casi desde que nacen planean los objetivos de los que va a ser sus vidas, los preparan para triunfar, jamás para fracasar y de ahí el triunfo en su economía, de las más florecientes de La Guajira.
En su desarrollo, con 24 corregimientos, se han mantenido incólume, como equipo con su cabecera municipal; en sus letras, excelentes escritores ha parido esta tierra; en las artes siempre se ha destilado folclor del buen; en la unidad familiar, elemento clave en todo su desenvolvimiento y en todo el engranaje para que San Juan, sea San Juan, el de la prosperidad y del desarrollo.
Hay familias que son ejemplos en esa prosperidad y en ese desarrollo, una de ellas la familia Daza. Los Daza por antonomancia han sido prósperos en todo lo que se han propuesto en su historia. Desde los inicios en su Corral de Piedras, de donde procede toda su descendencia. Hace 32 años que dejó de existir el connotado ganadero Francisco Daza Mendoza, patriarca, orgullo de San Juan y de los suyos y en sus hijos ha mantenido ese recuerdo de lo que él fue: René Daza Cuello, exalcalde de este municipio, Nolberto de los mejores profesionales; ‘Joseito’ Maestre, empresario de los mejores de la región, entre otros y los hermanos Eduardo y Leonardo Daza Romero, este último, íntegro, recto en todo sus procederes, leal, su lealtad ha sido uno de su mayores patrimonio, en su diario trasegar; amigo de sus amigos, incondicional con la causa y disciplinado y siempre ha planeado su vida, de ahí la buena reputación de la que goza en todo San Juan del Cesar. Leonardo Daza Romero es administrador de empresas agropecuarias de la Universidad Santo Tomás. Fue concejal de su municipio, así como miembro de la Junta Directiva del Hospital Regional en representación de los usuarios. Desde el año 2001 al 2007, laboró como coordinador de la Granja del Infotep de San Juan del Cesar, un instituto en alza, en lo académico y en lo profesional.
Desde el año 2013 a la fecha se ha desempeñado con lujo de competencia como director Ejecutivo de la Corporación Feria Ganadera de San Juan del Cesar, donde lo ha hecho muy bien. Ha sido eficiente y eficaz en los logros propuestos y de ahí que ha sido reelegido cinco veces en esta dignidad.
Felizmente casado con la dama sanjuanera Graciela Mendoza, padre de cuatro hijos, de los cuales Sara Elvira, es una profesional en el área de la bacteriología y dos más Andrea Carolina abogada; Francisco Eduardo médico y Laura Marcela comunicadora social; todos ellos se sienten orgullosos de tener un padre como Leonardo Daza Romero, quien toda la vida ha sido un ganadero consagrado a su profesión, profesión heredada de su padre.
Con toda la fuerza que le dicta su corazón y las ganas de servirle a su pueblo, va cuesta arriba, escalando los peldaños del éxito y llegando a la meta, con un futuro promisorio por delante. ¡Así es y así será!
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