Comienzo la socialización de mi proceso político con esta oración. Padre nuestro que estás en el cielo; y con nosotros; comenzamos en tu presencia nuestro trabajo con espíritu fraternal, tú eres el líder milagroso de esta empresa educativa, política, humanitaria y servicio social.
Santificado sea tu nombre; la comunidad y los políticos éticos-moral te alaben con mucho amor, bendigan al ver nuestras obras, y en sus nombres de servidores públicos hagan visible, la convivencia familiar agradeciendo los dones gratificantes en servirles con amor a la comunidad fonsequera.
Venga tu reino; Jesús anunció y comenzó el reino de la responsabilidad nos confió a cada uno de nosotros. Que nuestras obras sean la antesala de una sociedad renovada y productiva llena de éxitos colectivos, que, si podemos sembrando con mi movimiento Maíz, sanas cosechas comunalmente.
Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo: y que nosotros llenemos tus exigencias, conviviendo, colaborando fraternalmente, y caminando como político, pedagogo con los fonsequeros en el camino de la libertad, sabiduría de gozo tiernamente en el Honorable Concejo de Fonseca.
Danos hoy nuestro pan de cada día: el pan de la misa familiar, de la verdad y la amistad, el pan de los valores y sueños, para que los compartamos cada día con ellos, la cual nos confiaste a mejorar sus calidades humanas, sirviéndote solidaria y amorosamente mi Dios de las esperanzas.
Perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos: perdónanos nuestras limitaciones, nuestras impaciencias, que nosotros comprendamos y perdonemos con palabras reflexivas a nuestros líderes, votantes en esta sociedad mancomunadamente. Es el clamor del dengue con sus apoyos llegará al Concejo municipal.
No nos dejes caer en la tentación: de hacer nuestra vocación una mercancía que se vende y que se compra, de olvidar a los marginados de la cultura y de nuestras estructuras educativas, de reducirnos a ser funcionarios al servicio de una enseñanza comprometida con la vida y la realidad, de los hogares, y padres de familia que necesitan diariamente nuestras ayudas culturales, porque la felicidad de los políticos probos debe estar en servir, compartir con nuestro pueblo.
Líbranos del mal, del paternalismo que aliena y no deja crecer a nuestros hermanos con esos programas novelesco de la televisión; líbranos del autoritarismo doméstico, danos fortalezas, con una dosis de misteriosa esperanza, con la razón de ese cariño, amor y esa gratitud, que viene de ti Padre nuestro, porque seremos felices sirviéndote en comunidad, si podemos con la ayuda de Jesucristo nuestro principal politólogo.
Gracias mi gente, mucha gratitud por sus apoyos y los colme de reiteradas bendiciones con bálsamos gratificantes; en este momento histórico de la política sana sirviéndoles con honestidad y sabiduría.