En casi 70 días de lo que va corrido del presente año, la empresa Cerrejón, ha recibido cinco ataques dinamiteros. Cifra escandalosa y preocupante. La minería en La Guajira representa el único indicador relevante del PIB, de un departamento, que lo tiene todo, y no tiene nada.
Lo que viene ocurriendo en contra de la empresa Cerrejón, merece una profunda investigación. El año pasado, se registraron marcas sorprendentes. Se superaron los 300 bloqueos a la red férrea, pero también se denunciaron una serie de ataques con explosivos, en donde solo se presentaron daños materiales, pero que paralizaron el transporte del mineral por varios días.
Parece claro, que estos hechos violentos corresponden a episodios deliberados, programados, organizados, pero hasta el momento, extrañamente, ningún grupo se hace responsable de los ataques, como tradicionalmente ha ocurrido en este país, cuando se cometen episodios de esta naturaleza.
Pero, lo que no entendemos, es que tampoco se conozcan resultados de una rigurosa investigación por la escalada terrorista contra una empresa que genera grandes recursos por regalías al país, especialmente al departamento de La Guajira, muchos de ellos, invertidos en educación, salud y obras públicas.
Después de esta gran escalada en contra de la minería organizada y responsable de este país, resulta inconcebible que no se incrementen los mecanismos de seguridad a lo largo de la red férrea. La empresa tiene su seguridad privada, pero se requiere un respaldo del Estado, para garantizar y preservar la vida de los cientos de trabajadores vinculados a estas labores.
¿Quién ataca a Cerrejón? Eso no se sabe. No se conoce ningún grupo identificado que realice actos violentos en contra de esta empresa, que se constituye en el mayor empleador de este territorio, y a su vez, uno de los generadores de divisas para las arcas de este país.
Las regalías que genera Cerrejón, se esparcen en todo el territorio nacional. Grandes proyectos en este país, llevan el sello de los dineros que produce la venta de carbón. Quizás, con algunas fallas, Cerrejón se constituye en una empresa que cumple con los acuerdos pactados con los trabajadores. Desarrolla planes de manejo ambiental que sirven de ejemplo internacional.
No es una empresa perfecta, pero entendemos que desde 1984, cuando a través de Intercor, se inició la explotación de carbón en el departamento de La Guajira, los operadores, han venido cumpliendo con los objetos de la concesión que les otorgó el Estado colombiano.
Sabemos que, que existen algunas diferencias fundamentadas en Sentencias de la Corte Constitucional; que, además, las comunidades étnicas reclaman la realización de consultas previas en sus resguardos, pero son temas que se vienen discutiendo, y que jamás darían para que la gente buena y noble de la región pueda apoyar eventos de esta naturaleza.