El expresidente y candidato republicano Donald Trump generó controversia durante el primer debate presidencial televisado en Estados Unidos al hacer duros comentarios contra la población migrante, llegando a afirmar que algunos inmigrantes «se comen las mascotas» de los estadounidenses. El enfrentamiento, que tuvo lugar en Filadelfia, contó con la participación de Kamala Harris, actual vicepresidenta y candidata del Partido Demócrata.
En uno de los momentos más polémicos del debate, Trump afirmó: “En Springfield, la gente que entró (migrantes) se comen a los perros, a los gatos, a las mascotas”. Esta declaración provocó una reacción inmediata de Harris, quien respondió con una risa irónica y desestimó el comentario, instando a dejar atrás este tipo de retórica. “Es importante que avancemos, que pasemos página a esta misma retórica cansina de siempre y abordemos las necesidades del pueblo estadounidense”, señaló la vicepresidenta.
Sin embargo, los comentarios de Trump no se detuvieron ahí. El exmandatario continuó su ataque, afirmando que “millones de personas que llegan a nuestro país desde prisiones, instituciones mentales y manicomios están tomando empleos que ahora ocupan afroestadounidenses, hispanos y miembros de sindicatos”. Estas declaraciones generaron fuertes críticas en las redes sociales y en medios de comunicación, acusándolo de fomentar el odio y la xenofobia.
Durante el debate, uno de los moderadores de CNN cuestionó a Harris sobre la respuesta del gobierno de Joe Biden ante la crisis migratoria, señalando la tardanza en tomar medidas drásticas, como la orden de cerrar la frontera con México cuando se superen los 2.500 cruces irregulares en un promedio de siete días. Harris evitó responder directamente, pero destacó su experiencia como exfiscal enjuiciando a organizaciones criminales transnacionales, enfocándose en el tráfico de armas, drogas y personas.
Además, culpó a Trump del fracaso en aprobar un acuerdo migratorio bipartidista que habría incluido medidas de seguridad más estrictas, como el despliegue de 1.500 agentes fronterizos adicionales. Harris afirmó que dicho acuerdo habría sido clave para combatir problemas como el tráfico de fentanilo.
Al finalizar el debate, el equipo de campaña de Kamala Harris desafió a Donald Trump a un segundo enfrentamiento, afirmando que la vicepresidenta «está lista». Resta ver si Trump aceptará este nuevo reto en la carrera por la presidencia.