Su nombre de pila, Alfredo Enrique Gámez Fuentes, tal vez muchos no lo identifican, pero si les digo que les hablo de ‘Fellín’ Gámez seguro que lo reconocen de inmediato.
Nos ilustra ‘Fello’ que su madre decidió ir a dar a luz a una clínica de Santa Marta, departamento del Magdalena, pues le programaron cesárea, pero a lo que se recuperó y se sintió con fuerzas se regresó a su adorado San Juan del alma, allí tenía su casa, donde el invitado de hoy pasó la mayor parte de su vida.
Su nacimiento se produjo el 6 de octubre del año 1957. Se considera sanjuanero puro, cómo dicen allá: “de racamandaca”. Su madre lleva por nombre: Felicia de Jesús Fuentes Jiménez (fallecida), una mujer comerciante y emprendedora, quien tenía un almacén de renombre en San Juan del Cesar. Su padre aún vive gracias a Dios, se llama: Aníbal Calixto Gámez Romero, ganadero, y laborioso hombre del campo, al que todos le dicen, por cariño: ‘El Chinito’ Gámez, allá en la patria chica de ‘Juancho’ Rois.
Tiene un hermano al que quiere mucho: Carlos Antonio Gámez Fuentes es su nombre, el famoso ‘Patico’ Gámez. Así es ampliamente conocido, mencionado por Roberto Calderón en la bellísima canción ‘El romancero’, que grabara ‘El Cacique de La Junta’, Diomedes Díaz, junto a Nicolás Elías “Colacho” Mendoza en el exitoso álbum ‘Para mi fanaticada’.
‘Fellín’ es padre de un hijo al que bautizó como Carlos Alfredo Gámez Pabón, y su compañera sentimental es una prestigiosa abogada vallenata.
Su infancia se la gozó ‘Fello’ montando patinetas, al lomo de burros y caballos, paseando en bicicleta iba al parque a jugar fútbol en canchas de arena en esa época. Con sus amigos practicó boxeo, improvisaban el ring para desarrollar este deporte, una niñez verdaderamente feliz, bañándose en las aguas del río Cesar, en el pase de los barrancones, los tres palitos, y el recordado pase de la sepultura, jugaban cabeza en los playones con bola, todavía no habían llegado los balones a San Juan en ese tiempo.
La primaria la inició en la escuela parroquial de su tierra y la culminó en el Colegio San Juan Bautista del profesor Ariza ‘Pelongo’. Cursó dos años de bachillerato en el prestigioso Colegio El Carmelo de San Juan del Cesar, La Guajira, y se trasladó a Bogotá donde terminó su secundaria en el Colegio Interandino. Es bachiller de esta institución, promoción 1978. Regresó a la costa y en Barranquilla, Atlántico, realizó tres semestres de comunicación social en la Universidad Autónoma del Caribe. Su juventud fue placentera, la disfrutó al máximo, era miembro del renombrado grupo: ‘La Flotica’ que conformaban un grueso número de muchachos sanjuaneros, entre otros: ‘Juancho’ Rois, ‘Pacho’ Gómez, Sandro y José Zuchini, Armando Barros, Álvaro Álvarez, y Conde Alario, por mencionar algunos.
Las vacaciones eran una sola fiesta, parrandeando y serenateando tanto en San Juan como en sus alrededores, se peleaban las novias, y como bien lo dijo Juan Piña, en un disco que grabó con ‘Juancho’ Rois, “la flotica está acabando con las licoreras”, consumieron bastante licor en verdad.
Los inicios del gran ‘Fellín’ Gámez con el acordeón fueron por intermedio de un gran amigo suyo, Javier Cuello Gámez, quien tenía un acordeón de dos teclados, prácticamente se mudó para su casa enamorado de aquel instrumento, luego vino ‘Juancho’ Rois de Bogotá, que también se iniciaba en las lides de acordeonero y también se le pegó a él con William Fuentes, que tocaba, y era su gran amigo; cada vez que podía le prestaba el acordeón, lo cierto fue que sin tener el propio, aprendió a tocar con acordeones ajenos, ya lo buscaban para parrandear y para poner serenatas, le pedía a su madre que por favor le comprara uno. Ella no quería porque no deseaba verlo convertido en un bohemio, bebedor y mujeriego.
Mejores amigos
Nos comenta ‘Fello’ que sus más allegados amigos son: ‘Pacho’ Gómez, Sandro Suchini (qepd), ‘Juancho’ Rois (qepd), Armando Barros, William Fuentes, su hermano Carlos “Patico” Gámez y Álvaro Álvarez, entre muchos más.
La unión con Villazón
En la época de la bonanza ‘marimbera’, ‘Fellín’ permanecía la mayor parte de su tiempo en la ciudad de Barranquilla, con el acordeón, amenizaba muchas parrandas a los hijos de los capos, su cantante era su hermano ‘Patico’, quien tenía un estilo parecido al de Diomedes.
Amenizaron una fiesta junto a Ismael Rudas y Daniel Celedón. A Ismael le gustó mucho el estilo de ‘Fellín’ para tocar el acordeón y le dijo, “prepárese que yo lo voy a ayudar para que grabe”. Inmediatamente llamó a Lenín Bueno Suárez, quien era directivo de la casa disquera Philips. La idea inicial era que grabarían los dos hermanos. Iniciaron a recoger las canciones, consiguieron temas de los mejores compositores del momento, grabaron unas canciones en Barranquilla en los estudios de Felito Récords, y enviaron el material a Bogotá para realizar la mezcla en unos estudios más sofisticados donde el ingeniero de sonidos Jose Sánchez, en dichos estudios, analizaron que los tonos de Carlos “Patico” Gámez estaban muy altos, ya les habían tomado hasta la foto para la carátula, la casa disquera Philips retuvo ese trabajo, nunca salió. Lenín Bueno llamó a ‘Fellín’ y le dijo: “el acordeón está excelente, si quieres búscate otro cantante y verás que aprueban el proyecto”. Tenían canciones de Diomedes, de Máximo Móvil, de Rosendo Romero, puro lomo fino, dice ‘Fello’.
Iván Villazón estaba también deseoso de grabar, quería con ‘El Cocha’ Molina, pero este le tenía el ojo puesto a Diomedes. Solicitó a Álvaro López y estaba con Oñate; ‘Fellín’ fue quien le llamó y le ofreció que practicaran el material, que la casa de grabación ya estaba lista. A Villazón le parecieron los tonos muy altos, no los alcanzaba, lo cierto fue que Iván se entusiasmó, viajó de Valledupar a Barranquilla, se presentó con una mochila llena de cassetes con canciones inéditas, también estaba recogiendo temas, y no se le daban las cosas. increíble, la oportunidad para que la voz tenor Iván Villazón iniciara su exitosa carrera artística se la dio ‘Fellín’ Gámez, dato este inédito, que nadie sabía, y nos lo cuenta hoy ‘Fello’ Gámez.
Alfredo ‘Fellín’ Gámez ha grabado seis álbumes musicales: con Daniel Celedón dos, inolvidable el tema ‘Amistad’, que ganó en el Festival de Compositores de San Juan Del Cesar, tres variados con el mismo artista, con Alexánder Oñate, uno, luego con Jose Alfredo Álvarez ‘Pitacoco’, realizó un trabajo homenaje a Máximo Móvil.
Se considera un acordeonero triunfador acompañando a compositores en sus participaciones a festivales. Ganó con Adrián Villamizar, Fernando Dangond Castro, Daniel Celedón Orsini, Hernán Urbina Joiro, con ‘Rafa’ Daza, cantando una canción de Máximo Móvil, y con Alexánder Oñate en Valledupar, en el Festival de La Leyenda Vallenata, ocupó el honroso segundo puesto.
Sus cantantes de música vallenata preferidos son Diomedes Díaz y Rafael Orozco, insuperables, afirma; los acordeoneros que admira son ‘Juancho’ Rois, Héctor y ‘Emilianito’ Zuleta Díaz e Israel Romero Ospino.
Pintoresca, y costumbrista crónica la de esta semana, con un acordeonero de la vieja guardia, aún activo, parrandero de los buenos, y de los que alegra el jolgorio con buenos apuntes, y una nota gruesa. No tiene ‘firi firi’, además de ser un buen músico, es una gran persona, amable, servicial, y verdadero amigo.