¿En qué se parece Emdupar a la elegante residencia de Marcelo Calderón, concretamente al elegantísimo salón, con aire acondicionado donde jugamos dominó? En que en ambos lugares la honradez no es una virtud, sino un defecto que arruina, porque donde Marcelo al honrado lo acaba Fausto Cotes con sus secuaces, incluido ‘Chelo’, en Emdupar pasa lo mismo, ambos sitios son atracaderos.
Me explico: hace unos meses fui visitado por un funcionario de Emdupar oficiosamente, a constatar el porqué se había subido el consumo de agua y le expliqué que se había roto un tubo y hubo desperdicios, pero que ya se había arreglado, solamente fue un día, y en consecuencia yo iba a cancelar el recibo con el costo que me llegara tal como lo hice con un valor doblado al usual.
Fui honrado y no lo engañé mandándole a entrar a la casa para que constatara que no había “fuga”; no entró pero dejó un acta que no vi y no firmé, ni la firmó nadie en donde decía, no que hubo fuga, sino que había fuga, cometiendo el delito de falsedad y me llegó el otro recibo, no con el consumo usual, sino con el precio y consumo elevado y fui a reclamar.
¡Qué horror!, perdí todo un día, pues el número de personas insatisfechas y furibundas es impresionante y ya la que fuera una cómoda sala de espera es un incómodo sitio que necesita sillas de espera, me mandaron un visitador, vino, vio y se fue y dijo “hay fuga”, enseguida busqué una persona versada en esos arreglos, ‘Lucho’ Mango le dicen, quien constató todo y me dijo que no había fuga, regresé e informé y la respuesta tajante fue: entiéndase con los abogados. Me salí de casillas, grité y salí en bola de fuego para la gerencia, pero el portero que me conoce y me vio alterado, me dijo a donde tenía que ir y me entendí con el jefe de la sección que dispuso que él personalmente iba a constatar si había o no fuga, y fue con el mismo embustero y me practicó una minuciosa revisión y certificó que todo estaba perfecto, no se escapaba ni una gota y así lo dejó establecido en el acta respectiva el mismo mentiroso, que sin ningún rubor argumentó defensa alguna. Bueno, eso se aclaró, pensé y a los dos días me llegó una comunicación citándome a “comparecer” como si fuera un delincuente a notificarme de una resolución, fui en forma inmediata y contento, pero la alegría duró poco, pues en su parte resolutiva accedían a hacerme la revisión, que ya me habían hecho, pero me negaban la reliquidación y tenían razón porque en las consideraciones dicen “el Acta de Revisión No. 462015 del 25-01-2019 señala que en la revisión con geófano se encuentran fugas” cuando esa acta dice todo lo contrario, no hay fugas.
Comienza una nueva etapa y voy a pedir reposición y quizás con qué argumento saldrán para que me canse y me aburra y resuelva pagar lo que a ellos les dé la gana, porque la verdad es que el fantasma de la intervención de la Superintendencia los tiene haciendo aguas, para decirlo decentemente como le gustaba a mi papá y les gusta a mis hermanas Doris y Dina.
Se acabó el espacio, pero el tema lo continúo porque en Emdupar hay cosas por criticar para que se corrijan.