Se habla mucho en nuestro país de defender la paz, de otorgarnos perdón social, de reconciliación entre todos los actores políticos pacíficos o violentos, contrarios y adversarios, entre derecha e izquierda, entre los dos líderes más importantes en las última década en el país entre éstas dos orillas: Uribe y Petro.
Eso es importante para el futuro del país, pero también es importante para el país que también exista una verdadera reconciliación e inclusión social, económica y política de los excluidos, los llamados los y las nadie del famoso poema de Eduardo Galeano y pregonado por nuestra Vicepresidenta electa Francia Márquez.
No podemos olvidar para no repetir la historia lo que ya pasó en el ayer y uno de los últimos episodios fue la construcción del Acuerdo de Paz, los únicos que no tenían representación y fueron los últimos en tenerlo en el Congreso fueron las víctimas, cuando debieron ser los primeros y eso gracias a la perseverancia de personas como Roy Barreras, Juan Fernando Cristo y otros.
Hoy cuando se habla de Acuerdo Nacional, muchos que eligieron este cambio luchando, sacrificándose, soñando y buscando inclusión fueron los y las Nadie, llamase personas, poblaciones étnicas o sociales, también regionales; dentro de esas regiones que votaron copiosamente por ese cambio, estamos los de La Guajira, una región históricamente excluida en propuesta, en desarrollo; pero eso sí su subsuelo es el primero de los incluidos en esta nación; este Departamento excluido por los gobiernos nacionales y la falta de pundonor de nuestra clase política local; reclama airadamente su inclusión en las políticas públicas de desarrollo del país; necesitamos que la Guajira se convierta en una zona de integración fronteriza –ZIF–, no más dolor, persecución, miseria, pobreza, inseguridad jurídica, analfabetismo tributario, cultura de ilegalidad, olvido, abandono.
Reclamamos los nuestros que ancestralmente nos pertenece, es un mercado natural ancestral; no pueden acabar con el mercado interno nuestro, no somos contrabandistas, nosotros somos los que más derechos tenemos, nosotros somos antes y no después de esta república, basta de ignorancia y de indiferencia de nosotros los guajiros con la Guajira, llegó la hora de defender nuestros derechos, nuestra tierra; institucionalización de nuestro mercado interno natural ancestral en una ZIF.
Hoy debido al crecimiento en pre-campaña y la victoria de Petro, toditos los partidos alternativos han sido permeado por lobos con ropaje de ovejas, burócratas del continuismo vestidos de revolucionarios del cambio, que están ahogando como la pajarita al cambio desde su nacimiento, esos herodianos del continuismo estarán acabando con todos esos niños-cambios recién nacidos por todos los lados desde el nivel nacional, departamental como municipal; se camuflan cómo ovejas pero su corazón es de lobos, con voz de cambio y pero tienen espíritu del continuismo. Defender el cambio elegido es el deber de los y las nadie; puro, transparente, sin contaminación; como los hacíamos en los viejos tiempos de la república del continuismo; somos los y las nadie.