Si bien es cierto que la campaña a la presidencia de la República 2022-2026 están en su máximo punto de intensidad por las propuestas de cambio para una nueva Colombia, se está cayendo en la trampa de apelar a lo emocional (el miedo) y no a lo racional (los programas de gobierno).
Es necesario y conveniente insistir que la ciudadanía asuma, de la sabiduría popular, una actitud sentipensante para votar el 19 de junio.
La escogencia con la cabeza fría de la persona que debe liderar las transformaciones necesarias para el país, debe partir de una evaluación integral de las dos propuestas construidas a partir de un diagnóstico de la realidad nacional y territorial: “Colombia potencia mundial de la vida” del Pacto Histórico y el de la “Liga de gobernantes anticorrupción” que tiene en la portada dos preceptos como título (No robar, no mentir) de la etnia Aymarás de Bolivia.
Al hacer la comparación de los dos documentos es sorprende las coincidencias sobre los problemas y las soluciones que se plantean. En el de Gustavo Petro lo referente a la vida, el hambre, la paz, los derechos constitucionales (educación, salud, vivienda, agua potable), poblaciones vulnerables y excluidas, economía productiva, lo sectorial (medio ambiente, lo rural, cultura, deportes, recreación), la corrupción, seguridad, son retomados por el de Rodolfo Hernández con otro orden de presentación y con un lenguaje más efectistas para mover sentimientos y pasiones al momento de decidirse por quien sufragar.
Es en los medios y acciones de los dos programas de gobierno en donde se puede precisar las diferencias de forma y fondo para alcanzar el cambio que proponen ambos escritos. Recomendamos quela valoración de las divergencias se haga desde las ideas con un sentido de inteligencia emocional para decidir por una u otra opción.
A propósito del anterior planteamiento, el ingeniero candidato Hernández, para aparentar desmarcarse del jefe natural del centro democrático, de los partidos conservador, la U, Liberal, Cambio Radical, Mira, pero si invitándolos a que le den su voto, presentó veinte diferencias, en sus palabras “que tengo con el uribismos.”
Al hacer la comparación con su programa de gobierno 2022-2026, están excluidas las siguientes siete propuesta diferenciadoras presentadas a los medios de comunicación y redes sociales para dar un golpe de opinión el 31 de mayo: La número 9: “mi posición es en contra del fracking, contrario a la del gobierno uribista de Iván Duque”; la 10 “mi postura es en contra del uso de glifosato”; la 11 “Yo estoy a favor de la legalización de la marihuana medicinal y recreativa”; la 15 “estoy en contra de cualquier modificación de la ley de garantías como la que promovió el gobierno de Duque”; la 16 “En mi gobierno se sostendrá el apoyo al aborto”; la 17 “Contrario al gobierno de Iván Duque, yo respeto el derecho a la protesta social. Salí a marchar en años anteriores y lo haré cuando una injusticia indique que el mejor camino para protestar es salir a las calles” y la 19 “En mi gobierno no se utilizará al ESMAD” (Escuadrones Móviles Antidisturbios de la Policía).
Todas las anteriores “diferencias” rodolfistas, para no parecerse en apariencia al uribismo, están incluidas desde la construcción inicial en el programa de gobierno de Gustavo Petro.
No se supone que los Programas de Gobierno al presentarlo en el principio de la campaña electoral para su votación, están blindados de reformulaciones, adiciones o supresiones, para neutralizar la conveniencia del candidato “anticorrupción” a responder de manera acomodaticia a la coyuntura de los resultados de encuestas o sondeos con el objetivo de inducir el voto, apelando en forma oportunista, a infundir el temor por el cambio que propone el otro candidato del Pacto Histórico y hacerle el juego a los que promueven el estado de opinión y no el Estado Social de Derecho consagrado en la Constitución de 1991?
Senti pensado, preguntamos: ¿Cuál de los dos programas para la segunda vuelta es más coherente y consecuente entre lo que se piensa (Y esta por escrito), se dice y se hará desde el corazón?¿El de “Colombia potencia mundial de la vida” o el de la “Liga de gobernantes anticorrupción?