Según un comunicado del neurocirujano Gustavo Uriza, líder del grupo de cirugía de la Clínica Universidad de la Sabana de Bogotá, Egan Bernal tiene las fracturas sufridas en el aparatoso accidente casi curadas (consolidadas), proceso que usualmente requiere 120 días, de los que se han cumplido las tres cuartas partes de ese tiempo.
Se citan la fractura de la apófisis odontoides, que es una saliente ósea de la segunda vértebra cervical (C2); fracturas de algunas vértebras en la columna dorsal (vértebras de T1 a T12) y de varias costillas. Aparte, Egan tuvo una fractura de cadera que fue operada.
Aquí infiero a partir de los esfuerzos físicos que inició casi ocho semanas después de operado,le aplicaron un material metálico (osteosíntesis) conocido como clavo céfalomedular de titanio, que va empotrado en el cuello de la cadera y por dentro del fémur.
Esperamos que esta fractura no haya sido tan grave como la sufrida por Chris Froome, quien quedó por fuera de la alta competencia por algo similar.
Ojalá la recuperación sea total y sin prisas. Queda por ver si habrá limitaciones de movilidad en la columna cervical, ya que la primera vértebra (C1 o axis) rota alrededor de la apófisis odontoides cuando se gira la cabeza hacia lateralmente.
Debe establecerse si la flexión y extensión de la columna dorsal (la espalda) presenta alguna limitación, ya que en este sector anatómico se aplicaron marcos metálicos y tornillos.
Las fracturas costales son irrelevantes, salvo que en ocasiones dejan un dolor por largo tiempo. Cosa parecida se puede predicar de la fractura de rótula, que cura después de intervenida sin ninguna restricción deportiva.
En otras palabras, a Egan Bernal le realizaron una amplia reingeniería de su esqueleto, por lo que en este momento es imposible cuantificar la recuperación físico atlética puede alcanzar.
La conclusión es que Egan Bernal tuvo mucha suerte al no hacerse ningún daño en la médula espinal (por donde discurren y van a las extremidades los nervios que mueven el cuerpo del cuello hacia abajo, en especial las extremidades) y solo se dañó la parte ósea de la columna (vértebras).
Esa suerte se extendió al contar de manera oportuna con un equipo médico de cirujanos, rehabilitadores, nutricionistas, psicólogos y demás personas indispensables para garantizar la calidad médica.
Fue fundamental el respaldo de un seguro de salud que asumió los gastos de la atención médica, que con seguridad hubiese desbordado la capacidad de pago individual (unos mil millones de pesos en este momento). Nuestro deportista viajó a Europa para trabajar con sus entrenadores.
Resta que Egan Bernal tenga paciencia y haga las cosas como dijo Johann Goethe, quien aconsejaba realizar las cosas como hacen su marcha los astros en el firmamento, sin prisa, pero sin pausa.