La representante a la Cámara, Carmen Ramírez Boscán, dedica parte de su tiempo a estudiar la vida del General de División, José Padilla López, como lo recuerda también el investigador Weildler Guerra Cúrvelo, a propósito del proyecto de ley que hace transito en el Congreso de la República por medio del cual se asciende de manera póstuma y honorifica al grado de Gran Almirante a este hijo de Riohacha.
Recordar a Padilla es revivir esos momentos de la historia de un hombre guajiro que fue fusilado injustamente el dos de octubre de 1828, pero también es llamar la atención de las instituciones educativas para que sus estudiantes conozcan la vida de este ciudadano que fue ejemplo de valentía y quien declaró tener 44 años y ser natural de Riohacha, en el interrogatorio al que fue sometido por haber participado en la llamada conspiración septembrina.
Cuenta el antropólogo Weildler Guerra Cúrvelo, un apasionado de la vida de Padilla, que este fue general de división, quien combatió en la batalla de Trafalgar y había sido dos veces senador de la República.
“Este hombre llamado por Bolívar “el ciudadano más importante de Colombia” simboliza mejor que nadie, según la historiadora Aline Helg, a las figuras militares que se habían distinguido en los campos de batalla, negros, indios, mestizos, zambos y mulatos que fueron marginados o eliminados por la misma república que habían ayudado a establecer”.
Recordó que fue fusilado, en contra de todos los testimonios que lo excusaban de haber participado en la conspiración decembrina, sin embargo, mayor generosidad hubo con las cabezas visibles de esa maquinación pues a Pedro Carujo se le conmutó la pena de muerte por destierro y Luis Vargas Tejada ni siquiera fue procesado.
En el artículo sobre el fusilamiento de Padilla, Guerra Cúrvelo, explica: “Padilla no fue perseguido y fusilado por participar en ese torpe complot ya que estaba detenido cuando ocurrió la conjuración, ni por santanderista, pues había sido por mucho tiempo el amigo más cercano de Bolívar en el litoral neogranadino, sino por el temor, infundado o no, de que encabezara un movimiento social igualitario y antiesclavista de los pardos similar al que antes se había iniciado con éxito en la isla de Santo Domingo conocido hoy como la revolución haitiana. El fusilamiento de Padilla por una conspiración que no dirigió alejó definitivamente el espectro de la pardocracia en Colombia”.
Indica también la gesta de la independencia en países como Colombia y Venezuela se selló definitivamente con la brillante actuación de Padilla en la batalla naval de Maracaibo en julio de 1823. Por ello es el año 2023 el que debe cerrar el ciclo conmemorativo del Bicentenario.
Este hombre de mar jugó un papel principal en la liberación de Riohacha, Sabanilla, Ciénaga, Santa Marta y Cartagena. Tristemente a Padilla no lo encontramos en los textos escolares, ni su efigie aparece en los billetes de la república, ni su imagen se encuentra en la galería de los grandes héroes de la nación. Usualmente es visto como una figura menor y controvertida de nuestra historia a la que aún se sigue vetando desde algunos recalcitrantes círculos ideológicos. Es doloroso que hoy muchos colombianos ignoren su nombre y su papel en la gesta independentista.
A los pocos días de su inicuo fusilamiento Bolívar escribió a su compatriota Pedro Briceño Méndez confesándole su remordimiento por esta sentencia arbitraria: “ya estoy arrepentido de la muerte de Piar y de Padilla y de los demás que han perecido por la misma causa. Lo que más me atormenta todavía es el justo clamor con que se quejaran lo de la clase de Piar y de Padilla. Dirán con sobrada justicia que yo no he sido débil sino con ese infame blanco (Santander) que no tenía los servicios de aquellos servidores de la patria. Esto me desespera de modo que no sé qué hacerme”
“General Bolívar, aún nos seguimos quejando”, escribió con justa razón Guerra Cúrvelo.
La representante
El proyecto de ley que radicó la Representante Carmen Ramírez Boscán, será discutido en la comisión segunda y una vez aprobado pasa a plenaria.
“Debemos hablar con otros representantes a la Cámara, para que conozcan la historia y apoyen con su voto positivo para poder ascender de manera póstuma al Almirante Padilla a Gran Almirante de Colombia”, explicó.
Agregó que también se pretende recuperar la historia de Padilla, y lograr que todos los guajiros se sientan orgullosos de ese prócer de la historia de Colombia.
“Lo que me pareció más interesante recordando la historia de este prócer de Colombia, fue básicamente que este hombre fue un riohachero, además hijo de un esclavo afrodescendiente y de una mujer wayuu”, puntualizó.
Además, que desempeñó durante la época de la independencia colombiana un papel fundamental en la batalla del lago de Maracaibo, crucial para detener la entrada de los colonizadores.
“Queremos romper con la invisibilización étnica, que todos sepan que a pesar de la traición Simón Bolívar después lo reivindicó como héroe”, dijo.
Expresó que la intención es también que todos los años, el día dos de octubre del fusilamiento de Padilla se conmemore su memoria.
“Vamos a darle a Padilla su lugar, como se lo merece como parte de esa gran libertad”, puntualizó.