Han pasado doce años desde que se inauguró la primera etapa del proyecto Ranchería, un viejo sueño de los guajiros que sigue sin cumplirse porque aún no se construyen sus otras dos etapas, el acueducto regional para llevar agua potable a nueve municipios y la construcción de dos distritos de riego para irrigar 18 mil hectáreas de tierras.
La continuidad del proyecto es una necesidad porque es la solución a dos problemas sentidos de la población, garantizar agua potable a la comunidad para evitar por ejemplo que los niños mueran por desnutrición y revivir el campo, un sector que se puede dinamizar a través de la generación de empleo.
Cabe recordar que en el mes de marzo de 2021, Ana Cristina Moreno, presidenta de la Agencia de Desarrollo Rural, firmó el acta de inicio para la actualización y diseños del Distrito del Ranchería, como segunda etapa del proyecto multipropósito que quedó incluido en el Plan Nacional de Desarrollo para dar cumplimiento al Conpes del 2018 de la política de Tierras que tiene un capítulo especial dedicado a los distritos de riegos estratégicos del país.
La actualización de los estudios y diseños del Distrito incluye las 15 mil hectáreas del Ranchería, las tres mil del brazo de San Juan para renovar la factibilidad, los estudios y diseños, y todo el plan agropecuario.
La funcionaría anunció también que al tiempo que se avanza en los estudios de actualización, el Gobierno nacional en paralelo firmó con la Financiera de Desarrollo Nacional, un convenio para que ellos desde ya ayuden a estructurar cómo puede ser el modelo de contratación de la construcción del Distrito que permita vincular capital privado.
Gobierno departamental
Sobre el tema, el secretario de Desarrollo Económico, Alberto Ariza, expresó que desde el Gobierno departamental se han venido realizando mesas de trabajo conjuntas con la Agencia Nacional de Desarrollo Rural y la Financiera de Desarrollo Nacional para buscar alternativas que permitan darle cumplimiento al menos por fases para los usos que inicialmente se buscaban con el megaproyecto.
“Estamos tratando de que las alternativas estén ligadas a proyectos productivos para fortalecer el sector agropecuario buscando con eso tener encadenamiento productivo desde la preparación de la tierra hasta la comercialización”, expresó.
Ariza puntualizó que el proyecto es una necesidad para el Departamento, por los beneficios que genera como es garantizar agua potable a nueve municipios e irrigar 18 mil hectáreas de tierra.
Acueducto Regional
Andreína García es la gerente de la empresa de Servicios Públicos de La Guajira, quien explicó que el acueducto regional nace de la planta de tratamiento de Metesusto, que actualmente está construida y optimizada y recibe 650 litros de agua de la represa del Ranchería para llevar agua a través de tuberías a los municipios de Fonseca, Barrancas y Hatonuevo.
Sin embargo, aseguró que lamentablemente ninguno de esos tres municipios recibe agua las 24 horas los siete días a la semana.
Explicó que en Barrancas y Fonseca el servicio se presta de manera sectorizada.
“A Hatonuevo definitivamente no está llegando agua por todas las fugas que presenta la línea de conducción”, dijo.
Precisó Andreína García que actualmente la planta de Metesusto está optimizada y cumpliendo con todos los requisitos de las normas de acueducto y alcantarillado.
“En las dos líneas de conducción, tanto la que va para Barrancas y Hatonuevo y la de Fonseca, existen una cantidad de conexiones fraudulentas que están impidiendo que el caudal que sale de la planta llegue a los municipios”, dijo.
Por esa razón, argumentó que es necesario sectorizar el servicio por horas, lo que disminuye la continuidad porque no está llegando el suficiente caudal
En ese mismo sentido, la gerente de la empresa de Servicios Públicos de La Guajira, Andreína García, dijo que para mejorar el servicio en el municipio de Hatonuevo se trabaja en un proyecto de optimización de la línea, la construcción de una estación elevadora y de unos tanques de dos mil metros cúbicos.
“Con esas obras seguramente sí va a mejorar el servicio, pero si las conexiones fraudulentas continúan en la línea de conducción será muy difícil que esos municipios cuenten con agua de manera permanente” dijo.
La funcionaria mostró su preocupación porque a pesar de que hay mucha agua en la represa que llega a la planta de Metesusto, las conexiones fraudulentas están impidiendo que el líquido llegue a las familias de los tres municipios citados.
Expresó que la situación es delicada y compleja porque los finqueros derivan de la línea de conducción agua para sus predios, que en la gran mayoría se pierde porque tampoco tienen control sobre su uso.
En ese mismo sentido, la gerente de la empresa, Andreína García, precisó que para que el acueducto regional lleve agua a los otros municipios como Maicao, Manaure y Uribia, es necesario proteger la línea de conducción.
“Si queremos que ese acueducto regional funcione, las personas que están conectadas deben ponerse la mano en el corazón porque está prevaleciendo la necesidad de ellas bajo la necesidad de toda una población”, expresó.
La Contraloría General
La Actuación Especial de Fiscalización de la CGR se ocupó especialmente del proyecto multipropósito de Ranchería, sobre el cual se celebraron contratos desde el año 2001 y cuyas obras de construcción iniciaron en el año 2005.
Lo entregado al 2016 corresponde a la Fase I del Proyecto, que consta de la presa El Cercado y las líneas de conducción principal de los distritos de riego Ranchería y San Juan, obras que tuvieron un costo final de $650.209.5 millones, quedando pendiente para una segunda Fase la construcción de los distritos y la Pequeña Central Hidroeléctrica (PCH).
Según la Contraloría, actualmente el proyecto se encuentra en una fase de transición, en la que su única función es regular el caudal del río Ranchería, el cual es utilizado para las siembras de arroz en las zonas aledañas a su cauce, toda vez, que la represa no surte de agua a los acueductos y no se han construido los distritos de riego ni la Central Hidroeléctrica.
“Si bien se puede aceptar que el embalse por lo menos cumple la función de control de inundaciones, no puede predicarse lo mismo de las líneas de conducción principal de los dos distritos, San Juan y Ranchería, que igualmente llevan más de 5 años de construidos, sin que hayan sido sometidos a revisión o mantenimiento, para lo cual el Estado se podría ver abocado a invertir cuantiosos recursos, sin que esta infraestructura cumpla con el objetivo de beneficiar las 18.536 hectáreas proyectadas y transformar la economía de la región”.
El proyecto Multipropósito Ranchería se construyó con el objeto de suministrar agua para consumo humano a 9 municipios del departamento de La Guajira, proveer riego para usos agropecuarios a los distritos de Ranchería y San Juan, y producir energía.
A pesar de haber previsto dos fases en la ejecución del contrato, la Fase II no se construyó, lo cual ha impactado en la falta de cumplimiento del propósito para el que fue construida la infraestructura, el constante deterioro y mala utilización de la infraestructura y la maquinaria de la Fase I.
“La construcción de la Fase II permitiría democratizar el uso del agua en la medida en que actualmente solo puede ser aprovechada por los predios colindantes al río. Esto impulsaría la producción agropecuaria que no se aprovecha en su pleno potencial por la inexistencia de los distritos”, resaltó la Contraloría.