El nuevo telescopio espacial James Webb superó su última prueba de desarrollo antes de su lanzamiento fuera de La Tierra. La Nasa logró desplegar con éxito su inmenso espejo de 6,5 metros de diámetro.
Como el espejo es muy grande, fue diseñado en forma de origami para que pueda caber en un cohete Ariane V, que lo llevará al espacio desde la base aeroespacial de Guyana. Antes de eso será transportado en barco desde Estados Unidos.
“Es como construir un reloj suizo de 12 metros de alto, 25 de largo y 12 de ancho, y prepararlo para un viaje al vacío, a -240 °C”, dijo en una conferencia de prensa Scott Willoughby, de Northrop Grumman, el fabricante principal.
Ahora la próxima vez que el telescopio James Webb despliegue su espejo gigante será cuando esté en órbita.
Cabe mencionar que este nuevo telescopio espacial, a diferencia del Hubble, tiene las herramientas para medir la composición de la atmosfera de otros planetas, incluso de aquellos que estén fuera del sistema solar.
Con estas características, el James Webb tendrá la capacidad de detectar elementos esenciales para la vida en otros mundos, como el CO2 y el agua.
“En otras palabras, explorar las atmósferas de mundos que podrían albergar vida”, dijo Eric Smith, director científico del proyecto para la Nasa. “Webb explorará todas las fases de nuestra historia cósmica”.