En una noche de emociones y sentimientos revueltos con la nostalgia de canciones del maestro Romualdo Brito, se dio apertura al Festival de la Canción Vallenata Francisco El Hombre, en la casa del vallenato Cumbia House Gaira Café, al norte de la ciudad de Bogotá.
Cientos de amigos, compositores, periodistas, colegas, cantautores, gestores culturales y amantes de la música de caja, guacharaca y acordeón, se dieron cita el pasado jueves 30 de septiembre, en horas de la noche después de una lluvia suave que refrescó el ambiente, como dando la bendición al homenaje que se le hacía al prolífico compositor vallenato, considerado uno de los más grandes de este género musical.
Al llegar al lugar, se sentía un ambiente de fiesta, pasé al camerino y pude ver cómo la cantautora Indira de la Cruz, su amada esposa, se arreglaba para ser la anfitriona de este homenaje, mientras la maquillaban sobriamente, su hijo Romualdo Brito Jr. se ponía la camisa blanca con la pintura del ‘Negro Romo’ y la mochila terciada, preparándose para una presentación inolvidable, pues el legado de un grande caía sobre sus hombros, recibiendo la herencia musical con honores.
El patrón Carlos Vives, dio la bienvenida y entre aplausos, subió a la tarima el maestro Otto Serge, que interpretó la canción ‘Esposa mía’, considerada una de las canciones más escuchadas del maestro Romualdo; así mismo, Vives cantó al lado de Indira y Romualdo Jr., la canción ‘El indio’, que se ha convertido en un himno en La Guajira, una protesta musical que parece escrita el día de ayer, al comparar las verdades con la realidad vigente.
La noche seguía avanzando y las canciones sonando, una pléyade de maestros y compositores, acompañados de Walter Daza, Primeria Barros y el gerente de Sayco, César Ahumada, cantaron las canciones del maestro, entre ellos Peter Manjarrés, Iván Ovalle, Sergio Amarís, Alexander Oñate, Jesús Vides, entre muchos otros; mientras los invitados especiales y la prensa capitalina se dejaban llevar por el sentimiento de un juglar vallenato, hecho leyenda.
Al finalizar, la familia Brito agradeció a los asistentes por el apoyo y el merecido homenaje al maestro ‘Romo’, el cual estaba en mora de hacerse, pero ya se venía planeando, no se pudo hacer en vida, pero al ver a los presentes tararear con lágrimas en los ojos… “Ay, sígueme queriendo te pido, para que el amor no se acabe, ay, vamos a llenar de cariño los amaneceres del Valle”…
Sabemos y sentimos que hay ‘Romo’ pa’ rato, y cada vez que se canten y suenen sus canciones, será el homenaje que nos recordará que Romualdo Brito vive.