Este 15 de enero, Margarita Cabello Blanco finalizará su gestión como procuradora general de la Nación, cargo que asumió con una marcada independencia y firmeza en la vigilancia al Estado. Gregorio Eljach será su sucesor, respaldado plenamente por el Gobierno nacional.
Durante su periodo, la abogada barranquillera destacó por sus constantes cuestionamientos a las acciones estatales, lo que generó roces con diversos sectores gubernamentales. “Al que van a vigilar no le gusta que lo vigilen y es muy fácil para un presidente que se elimine una Procuraduría que lo vigila”, expresó Cabello en entrevista con El Colombiano.
Cabello destacó que su ejercicio estuvo guiado por principios técnicos, no políticos. “Yo no fui una procuradora política. No fuimos sesgados a perseguir al Gobierno, tienen que revisar las sanciones a todos los servidores políticos de todos los partidos. Si yo era tan política entonces cómo hay sanciones de toda clase. Vargas Lleras también dijo que hay que acabar la Procuraduría…Y con eso me dicen que yo soy del partido político de Vargas Lleras. A mí me han puesto de todos los partidos porque no han encontrado que yo realmente sea de alguno. Mi carrera ha sido técnica”.
En conversación con El Heraldo, Cabello reconoció que su relación con el Gobierno del presidente Gustavo Petro estuvo marcada por diferencias en torno al rol de la Procuraduría en una democracia. Estas tensiones, señaló, se tradujeron en intentos de debilitar la entidad mediante restricciones presupuestales, exclusión de debates sobre reformas judiciales y propuestas para limitar sus competencias.
No obstante, resaltó que el empalme con Eljach se desarrolló en un ambiente de respeto y colaboración, asegurando una transición organizada. “Es evidente que entre el Gobierno y la procuradora existen diferencias de perspectiva sobre el papel que desempeña la PGN en una democracia(…) Estas diferencias se han reflejado en la actitud de las entidades gubernamentales frente a nuestros requerimientos y al ejercicio de nuestras funciones, lo que ha dificultado nuestro trabajo, especialmente ante la intención manifiesta de debilitar o eliminar la Procuraduría”, afirmó.
“Hubo propuestas y acciones claras para debilitar a la Procuraduría, como intentos de recortar competencias, exclusión en discusiones de reforma a la justicia y restricciones presupuestales. Sin embargo, defendí con determinación su papel como garante de la democracia y el equilibrio institucional, convencida de que debilitarla o eliminarla sería un grave error para el país”, concluyó la procuradora.