Por Hermes Francisco Daza
Llevando la historia con cronología, reseñamos las dinastías que existieron en Villanueva y que le dieron renombre a este pueblo; por ejemplo, la dinastía de los Ospino (Luis, Miguel y Marciano). De esta familia, sus descendientes también tocan acordeón.
Los Sarmiento (Francisco, Juvenal y Rafael). Los Daza (Rafael Enrique Daza, Rudesindo y Tomasito). Los Amaya (Amador y Antonio). Los Verdecía, los Rosado, los Gil, los Nieves, los Rodríguez, los Cabana, los Fuentes, los Quintero y los Kammerer.
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Siguiendo la ruta de los años, nos encontramos con otras dinastías y con una gama de nuevos compositores, cantantes y verseadotes de la música vallenata, los cuales nos permitimos enumerar: la dinastía Zuleta (Emiliano, ‘Poncho’, Fabio, Mario, Iván y Héctor, ya fallecido).
La dinastía Romero (Israel, Norberto, Rafael, Misael, Rosendo, Límides y José Fernando ‘El Morre’). La dinastía Maestre (Tomás Camilo, Orángel ‘El Pangue’, Gabriel ‘El Chiche’, Heine y ‘Panguito’, el hijo del ‘Pangue’). La dinastía Cuadrado (Egidio, Heber y José, ambos fallecidos). La dinastía Celedón (Daniel, ‘Jorgito’, Isaías, Pedro Luis y Alfonso). La dinastía Kammerer (Wildo padre, Wildo hijo y Xavier). La dinastía Murgas (José Alberto, Evi, Enrique, éste último fallecido). La dinastía de los Bolaño, a la cabeza de Jesualdo y la dinastía Araujo, a la cabeza de Pablo, y así paramos de contar porque estas notas no alcanzarían para seguir enumerando todos los acordeoneros, cajeros y guacharaqueros existentes en esta tierra bendita.
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Mas sin embargo, queremos mostrarles un listado real a manera de inventario de los ejemplares de la música vallenata nacidos en Villanueva y es en ellos que descansa la responsabilidad de cuidar que el vallenato en Colombia y en el mundo no decaiga, y son los siguientes:
Los Hermanos Zuleta Díaz, El Binomio de Oro, Daniel Celedón, Jesualdo Bolaños, ‘Beto’ Murgas, ‘El Turco’ Gil, Orángel “El Pangue” Maestre, Egidio Cuadrado, Ernesto Mendoza, ‘Chiche’ Maestre, Alfonso Cotes jr, ‘Jorgito’ Celedón, Róbinson Damián, entre otros.
Con estos señores estamos demostrando que Villanueva es la mayor despensa generadora de diversas folclóricas de la música vallenata en el ámbito nacional e internacional. Haciendo mi aporte en cifras aproximadas, más del 80% del producto salido al mercado del mundo discómano.
Fiestas populares
La iniciación del primer festival folclórico patronal que se realizó en Villanueva, que se dio a principio de otoño de 1971. Para esa época, ya se vislumbran las fiestas patronales que cada año se celebran en Villanueva. Fiestas a nivel de feria, ya que se hacían riñas de gallos, eventos deportivos y marcando la pauta el marco coreográfico de las procesiones, Tedeum y toda esa clase de actos religiosos de nuestro patrono Santo Tomás.
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Pero a pesar de la brillantés que reflejan los fuegos artificiales, la ‘Vaca Loca’, el ‘Puerco Pelao’, vara de premios y toda esa serie de manifestaciones, fiestas costumbristas de los pueblos de la costa, le faltaba a estas festividades algo que engolosinara la sensibilidad, el sentido poético, enmarcando en sus elementos de acordes musicales: su folclor, representado en música, acordeón, caja y guacharaca, símbolos de comunicación pacífica de los pueblos que enmarca este maravilloso horizonte colombiano.
Son las mismas vivencias comunes a todos estos pueblos de la provincia, adornados en estas tierras con un encanto especial que todo nacido en Villanueva suele poseer. Por eso evocamos aquí la presencia inolvidable del ya ilustre desaparecido don Francisco “Franco” González. que aceptando la proposición que le hiciera el inquieto y también compositor Publio Daza Daza con el fin de agregarle a las fiestas, patronales un Festival de música folclórica regional, ya que Villanueva tenía material humano, innumerables recursos musicales, y a la vez rescatar lo que realmente le pertenece al municipio de Villanueva, su folclor, su música de acordeón que ha demostrado que es la mejor forma de integrar los pueblos de la costa norte colombiana y lograr lo mejor abriendo el campo turístico. Entonces, Publio Daza fundó en el otoño de 1971 el primer festival de esta índole y se le denominó ‘Primer Festival Folclórico Patronal de Villanueva’, donde delegaba funciones de coordinador y director de eventos artísticos.
Fundadores
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Es así como nueve años más tarde (1979), un grupo de jóvenes de ambos sexos de cepa villanuevera, y estudiantes del Colegio Nacional Roque de Alba, se reunieron en casa de Gloria Socarrás de Maestre para reorganizar el festival. Entre ese grupo estaban los hermanos Límedes y Rosendo Romero, Mercy Fernández Valverde, Dairo Sierra, Javier Romero, Alberto y Jesualdo Borrego, Amoldo López, Iván Rosado, Enalba Rosado y otros que se sumaron al grupo con el fin de llevar a cabo tal misión folclórica.
En esa época Villanueva tenía la mayoría de sus calles llenas de piedras. Por esto optaron por darle el nombre de Festival de las Piedras, nombre que no duró mucho tiempo, ya que cuando faltaba un mes para celebrarse dicho certamen y estando reunidos con el conocido hombre de la radio, Julio de la Rosa e Insignares y el Dr. José Alberto Pareja Ariza (q.e.p.d.), quienes entraron a formar parte de la organización del festival, se discutía si se le cambiaba este nombre por otro que rimara sobre este certamen folclórico.
Cuando fueron a pedir una contribución al parlamentario Román Gómez Ovalle, éste les dijo que Villanueva merecía un mejor nombre para su festival. Fue así como el parlamentario presidió una reunión en la residencia de Gloria Socarrás de Maestre. Allí se sometieron a consideración varios nombres, como: Festival de la Gaviota, Festival de Valores Artísticos, Festival de Acordeones, escogiendo el de Cuna de Acordeones, porque el destacado representante Gómez Ovalle insistió en que Villanueva era madre de muchos acordeoneros y compositores. Más tarde el nombre fue cuestionado por Manuel Zapata Olivella, manifestando que el festival debería llamarse mejor Cuna de Acordeoneros y no Cuna de Acordeones, porque en Villanueva nunca ha existido una fábrica de acordeones.
El festival, año tras año, ha tenido mejor organización y en donde participa el pueblo en general, debido a la cantidad de juglares que nacieron en este pueblo de gente sencilla y buena, de espíritu altruista y de vocación pacífica que hace de Villanueva destino turístico por excelencia y el corazón folclórico de Colombia.