Como lo anunciamos el 29 de abril 2024 en la columna ‘A propósito del Festival Vallenato’ en su versión 57, presentamos una síntesis de la segunda parte del ensayo ‘Memoria musical de la provincia en el Magdalena Grande’ con el título ‘Tiempos provincianos y memoria musical: Raíces del vallenato’.
Los resultados iniciales de la presente investigación de la memoria colectiva musical en el tiempo y el espacio sonoro de la provincia georreferenciada en el antiguo Magdalena Grande articuló los dos momentos básicos de la investigación para la acción con la participación de todos los actores de los aires vallenatos: El primero, la recuperación crítica de la memoria de los músicos del repertorio de las canciones, de origen interno o externo, que desde 1860 hasta 1980 circularon en la provincia.
El segundo, la devolución, lo más sistemática posible, del espectro musical a la memoria colectiva del espacio provincial para su reapropiación y conservación con medidas concertadas de salvaguarda.
En ese doble ejercicio de recuperar para devolver, con el apoyo de la memoria, es posible encontrar las raíces de lo que se conoce hoy como género vallenato provinciano.
Y asimismo, con ese conocimiento, podremos ver la manera como a través de los tiempos históricos provincianos es posible identificar los antecedentes del vallenato tradicional, en un proceso que partió con lo que eran los cantos natos del Valle.
En la provincia de Padilla y del Cacique de Upar, durante los siglos XIX y XX se fue construyendo socialmente lo que hoy se reconoce como el género vallenato, con sus cuatro ritmos básicos, a partir de la fusión triétnica instrumental de la guacharaca (indígena), caja (afro) y acordeón (europea), recreado por el pueblo provinciano desde sus orígenes por medio de cumbiambas, parrandas, bailes y colitas.
Como punto de partida, diremos que el primer canto del que se tenga conocimiento es ‘El amor, amor’, que se puede reconocer como el himno fundacional del género vallenato provincial, en tanto que es su raíz más profunda.
La recuperación en la memoria del músico Ismael Darío Fernández Rodríguez lo registra en 1860, de autor desconocido, e informa que vino procedente de Riohacha, de la mano del primer técnico en arreglo de armonios y acordeones de toda la región, el invidente Buenaventura Rodríguez de Villanueva, en el sur de La Guajira.
Las infinitas versiones cantadas de este aire de paseo, también llamado en ritmo de parranda, ha ido variando en relación con la melodía original, que se crea colectivamente en el siglo XIX.
De otra parte, así como la guerra de los Mil Días contribuyó en la provincia con la génesis e impulso del vallenato al utilizar, entre otras, la canción ‘El amor, amor’ como estrategia para mantener en alto el nivel y la moral de los combatientes (“Cuando estoy en la batalla/No me acuerdo de la muerte”), otros acontecimientos lo fueron moldeando durante todo el siglo XX.
En este sentido, un elemento muy importante y significativo en el desarrollo histórico del vallenato tradicional, lo constituye la incidencia de las bonanzas socioeconómicas, ambientales, político-institucionales y culturales en la Provincia.
Las que identificamos, en secuencia, son la del contrabando, la bananera, la algodonera, la marimbera y la minera, esta última a partir de la década de los setenta del siglo pasado.
Los vientos de una modernidad tardía en la construcción del Estado nacional, que tenía una formación económica con relaciones sociales y culturales de tipo feudal y pasó a una caracterizadamente capitalista a partir de los años treinta del siglo XX, marcó el rumbo de la música vallenata de la provincia y del Magdalena Grande a partir del Gobierno nacional de la Revolución en Marcha, presidido por Alfonso López Pumarejo, quien tenía raíces en Valledupar.
En este contexto, aparecieron tres novedades a nivel regional que transformaron al vallenato rural: las primeras grabaciones y la influencia de la radiodifusión, los poetas cantores y las guitarras como instrumento dominante para la interpretación del vallenato provinciano.
Para una mayor ilustración de lo anteriormente planteado en términos del desarrollo histórico del vallenato, pueden consultar el ‘Plan Especial de Salvaguardia’ en el enlace https://patrimonio.mincultura.gov.co/SiteAssets/Paginas/PES-El-vallenato,-m%C3%BAsica-tradicional-de-la-regi%C3%B3n-del-Magdalena-Grande/16-La%20m%C3%BAsica%20vallenata%20tradicional%20del%20Caribe%20colombiano%20-%20PES.pdf.