La solidaridad es una actitud humana de servir, de dar el que tiene al que no tiene en estado de necesidad, darle la mano a tu hermano así nos hacemos humanos los unos a los otros. La persona realiza acciones en beneficio de otros y sin recibir nada a cambio solo el agradecimiento.
En la solidaridad es donde se fundamenta el verdadero sentido de la comunidad, se siente más satisfacción en dar que en recibir; la solidaridad no se puede confundir con el aprovechamiento. Nuestra sociedad carece de vocación de servicio por falta de solidaridad, quien se afianza a servir nunca le falta Dios. El amor al prójimo segundo mandamiento de la ley de Dios es la propia solidaridad encarnada en la ley divina y en las relaciones humanas. La caridad y la generosidad ambas tienen que ver con la solidaridad, la caridad es una de las virtudes teologales (obras de caridad), solo implica dar limosna o auxiliar a los demás y la generosidad se convierte en una virtud humanista de buen hábito, no solo de dar sino de entender las necesidades de los demás. Las personas no pueden ser apegadas a las cosas.
Jesucristo dijo “hemos venido a este mundo a servir” uno se puede desprender de algo para el necesitado como una obra de caridad como dice Calixto Ochoa en la canción el humanitario, “en mi casa muchas veces quedo sin almuerzo para darle de comer al triste pelegrino”. Dice la Constitución Nacional son deberes de las personas y del ciudadano obrar conforme a los principios de solidaridad social respondiendo a las acciones humanitarias y ante situaciones que pongan en peligro la vida, las salud de las personas como la situación que estamos viviendo con esta pandemia, toda persona tiene el deber de procurar el cuidado integral y el de su comunidad. El personal de la salud (médico, enfermera) están haciendo una gran labor humanitaria exponiendo sus vidas para salvar y cuidar a los demás en la misión del deber cumplido como profesionales de la salud.
Estamos pasando por momentos difíciles en estado de emergencia con crisis humanitarias, socioeconómicas; es el momento de la solidaridad. La vacuna es una responsabilidad social del estado, lo importante no es ponerse la vacuna, lo importante es la protección de la vida; tenerle fe en Dios que la vacuna sea eficaz. La solidaridad es un principio fundamental de las personas, tenemos que solidarizarnos los unos a los otros, al deber de cuidado y la necesidad para el bien de todos.