Por Pedro Arteta Bonivento
Alfredo Deluque es la continuidad de un movimiento político que se conoció como la Nueva Guajira, cuando ésta comenzó a decaer, su líder natural, Jorge Pérez Bernier impulsó las campañas del hijo de su mejor amigo político Hernando David Deluque Freyle y un candidato de sus bases populares que a la postre se convirtió en su candidato, Jimmy Sierra Palacio. Ambos llegaron a ocupar las curules, Jimmy con mejor votación que Alfredo, hijo de Hernando David.
Con el transcurrir de los años, de manera paradójica, Alfredo Deluque, comenzó a mostrar vestigios de mejor cabildante y se manejó mejor entre los sectores populares, inclusive dejó de ser mirado por propios y extraños como el hijo de Nando Deluque y su nombre comenzó a sonar como político en todos los rincones de La Guajira.
Llegaron nuevas elecciones y Alfredo se catapultó, ganó de manera seguida tres elecciones a Cámara de Representantes, erigiéndose como el primer político en La Guajira que ganaba de manera continua esta dignidad, pasando por encima de varones políticos como el interminable Antenor Durán Carrillo.
Con Jimmy Sierra, derrotado y fuera de las contiendas electorales, Alfredo se afianza y comienza a manejar desde el nivel central los hilos del poder político administrativo, Pérez Bernier por sus problemas judiciales le toca agacharse y es cuando Alfredo, utilizando la máxima, que en tierra de ciegos el tuerto es rey, por intermedio de sus relaciones a nivel Bogotá, quita y pone mandatarios en alcaldías y gobernaciones, que fueron sancionados y hace crecer su poder regional.
Aprovechando su capacidad estratégica que lo lleva a ser apodado como ‘el ajedrecista’, Alfredo, entiende la política y le comienza a dar juego a su generación, de su sabiduría, aparecen nombres como el de Nemesio Roys Garzón, a quien inteligentemente Deluque Zuleta proyecta bajo la premisa de su amplia hoja de vida, su paso por la Universidad de Harvard, y el haber manejado una institución a nivel nacional donde proyectó la construcción del Puente El Riíto en el Distrito de Riohacha, para desfortunio de Alfredo este es inhabilitado por doble militancia y queda la Gobernación acéfala, que comienza a ser pujada por varios sectores donde se presumía que la podría ganar el sector de izquierda con un recién posesionado presidente, al cual Alfredo de manera sagaz, otra vez, asesta un golpe y es nombrada una señorita de su entera confianza para terminar el periodo de Roys Garzón.
Se avecina una nueva contienda a la Gobernación y Deluque Zuleta, tiene su ‘As’ bajo la manga, ya lo venía preparando, un muchacho joven, carismático, preparado y entrenado en las diferentes alcaldías y con recorrido en la secretaría de Gobierno departamental, donde se dio a conocer, además con la fortaleza de tener unos apellidos muy guajiros, ligados con muchas familias de tradición en La Guajira, que a la postre, se terminó convirtiendo en un fenómeno electoral, al sacar de ventaja más de 100 mil sufragios a su más cercano oponente el maicaero Jimmy Boscan.
Este breve relato es una prueba más de cómo de manera singular ‘el ajedrecista de la política’, según sus mismas palabras, de forma simple y sencilla, conserva el poder, mientras los demás, intentan impulsar candidatos sin méritos y en muchas ocasiones cuestionados e investigados por la justicia colombiana.