Esta mezcla de pandemia, pobreza, desgobierno y corrupción, ha sido sin duda alguna la justa causa para que el pueblo colombiano hoy se encuentre ante la peor situación social y económica de toda su historia, por ello al parecer las tales reformas tributaria y de salud fueron las gotas que rebosaron la copa o el florero de Llorente, como también las llaman algunos, para que nos encontremos ante el paro y la protesta más cruenta de los últimos 50 años en este país.
Los más importantes medios de comunicación del mundo están registrando la noticia y editorializando sobre el caos al que hemos sido llevados por la falta de legitimidad de nuestros gobernantes, que hace mucho rato se han convertido en una plutocracia. El verdadero pueblo se encuentra mezclado en medio de vándalos oportunistas y una Fuerza Pública que obedece ciegamente unas órdenes de altos mandos desconectados totalmente con la realidad del país y solo protegen sus riquezas y altos salarios.
Buena parte de nuestros artistas vallenatos, que ahora también son influencers, han demostrado frente a este gran conflicto nacional, su pobreza de empatía y la falta de compromiso social con sus seguidores, pero además lo mal rodeados que siempre han andado y una pelada de cobre impresionante.
Muchos de los artistas vallenatos se han inclinado ideológicamente hacia los políticos de derecha, quienes son los que han detentado el poder nacional y local en la historia reciente, la razón es muy simple son ‘Los ñoños’, ‘Los Gnecco’, ‘Los Chars’, ‘Los hijos de la gata’, y demás, quienes los contratan y tienen como pagarles fiestas privadas, jingles y saludos en los trabajos musicales.
Se olvidan nuestros músicos que de donde ellos vienen, esa clase menos favorecida, son quienes pagan las entradas a sus bailes y conciertos y consumen su música a tal punto de llevarlos a la fama que hoy detentan. Silvestre Dangond que tiene 6.4 millones de seguidores en Instagram, 5 millones de suscriptores en YouTube, 2.7 millones de seguidores en Facebook, 2.5 millones de seguidores en Twitter, solo mucho después del pronunciamiento de artistas internacionales y de otros géneros, es que tímidamente ha venido pronunciándose al respecto, y la verdad, casi a regañadientes expresó que rechaza las violaciones a los derechos humanos. En el deporte a estos se les llama ‘Pecho frío’.
Pero de ahí para abajo la vaina es igual o peor, Peter Manjarres por ejemplo ha expresado en twitter su inconformidad con el pueblo por protestar tan tarde, transcribo el trino para que ustedes juzguen: “En los últimos 20 años llevamos 11 reformas tributarias por consecuencia de la corrupción y ahora apenas nos damos cuenta. Estamos jodidos de hace rato.”
Carlos Vives y otros músicos también se han pronunciado tímidamente, pero al final uno no sabe ni de qué lado están, lo que sí es claro, es que a muchos de nuestros músicos les encanta el neoliberalismo salvaje y todo aquello que represente dinero fácil. Nuestros músicos, así como nuestros gobernantes, no han sabido leer al pueblo que los ha llevado a donde están.