Por Lina Echeverri
Vicepresidenta Asuntos Públicos y Comunicaciones
Cerrejón
La mujer colombiana se ha empoderado en su rol como actor económico y social y ha ido ganando relevancia en los últimos tiempos, al punto de tener una visibilidad de protagonismo e importancia en la construcción de futuro.
Esta presencia abarca también el campo laboral, donde la industria minera no ha sido ajena a esta dinámica. Vista tradicionalmente como una actividad masculina, desde siempre ha habido mujeres en este sector, aunque en muchos casos poco visibles. Los periódicos británicos publicaron en sus páginas de 1842, unas notas que provocaron escándalo por el cubrimiento sensacionalista realizado: había mujeres trabajando clandestinamente en las minas de carbón. Algunos periódicos se centraron en poner en sus páginas imágenes cargadas de sensualidad —la mayoría de las mujeres eran adolescentes y jóvenes—, transmitiendo la sensación de que las niñas mineras se volvían inmorales en su conducta y eran malas esposas y madres.
Mucho tiempo ha pasado desde entonces. La situación actual es que la mujer es visible por su talento y sus capacidades. De hecho, una de las organizaciones más fuertes en la industria minera es Iwim –International Women in Mining o Internacional de Mujeres en Minería– con más de 9.900 miembros de 100 países. Esta y otras organizaciones han logrado avanzar el equilibrio de género en la industria minera.
Esta presencia femenina llegó hace un tiempo a la alta dirección de la industria minera. Empresas como BHP o Cerrejón cuentan con mujeres para gestionar estratégicamente la sostenibilidad de sus negocios.
¿Qué le aportamos las mujeres a la minería? Una característica fundamental de género: el trabajo en red. Las mujeres formamos rápidamente redes de apoyo y este es uno de los éxitos en el caso de Cerrejón.
Por eso, hablar de mujer y minería es agradecer a todas mis demás congéneres que aportan con su responsabilidad y compromiso al logro de los objetivos de la compañía, apoyando a su vez la construcción de futuro de La Guajira.
Pero también, las mujeres hemos incorporado habilidad técnica, competencias de liderazgo y una proactividad para que la industria siga siendo sostenible en lo operacional, lo económico, lo social y lo ambiental, por la orientación que tenemos hacia el cuidado y la protección de la vida.
Y además, aportamos nuestro orgullo. De hecho, según una encuesta del Consejo de Minerales de NSW, el 93% de las mujeres que trabajan en la industria minera animarían activamente a más mujeres a emprender una carrera en la industria, incluso en roles de vehículos pesados y maquinaria.
Desde Cerrejón, como mujer en la industria, y desempeñándome en una posición de liderazgo, me siento con la responsabilidad de seguir creando espacios de participación y experiencia y además, agradecer a todas mis compañeras que se empoderan día a día, para seguir demostrando que en La Guajira, las mujeres también hacemos minería bien hecha.