En la vitrina comercial de Colombia, como se le conoce a Maicao, pujante Municipio del centro este del Departamento de La Guajira, población esta, muy cercana a la República Bolivariana de Venezuela, con recocida, diversidad étnica, pues tiene en su seno indígena wayuú y zenú, además de colonias numerosas de libaneses, nació este, respetuoso e intelectual ser humano, un 27 de julio del año 1967, su padre lleva por nombre:
Perfecto Gómez Palacin y su madre: Alides Lesport Torres; es el hijo mayor de su papá, pero su mamá cuando conoció a su padre ya tenía tres hijos, ósea, hace parte de una familia numerosa, conformada por 8 hijos de su madre, uno fallecido muy pequeño, se llamó Wilmer, los nombres de sus hermanos son: Rosario, Elena, y Dinora Luz Fernández, luego nace el primer varón de su madre que se llama: Leandro valdeblanquez, llegó después al mundo nuestro invitado Marlon Enrique, es el mayor de su progenitor, pero el cuarto de su mamá, sigue Lorena, Albert, y Nayla Gómez Lesport.
Infancia y juventud:
Esta se desarrolló en Maicao, su tierra natal en medio de una difícil estreches económica, pero los niños son felices siempre, gracias a Dios vivía cerca de una cancha de futbol, la que llamaban ‘El Chacarita’, todas las tardes al regresar del colegio, la disfrutaba con sus amigos y familiares, jugaba futbol, recorría la zona en montada de Maicao con ellos, se deleitaba de la bella naturaleza, era un jovencito juicioso, tanto así que muchas veces por las tardes iba a la biblioteca del colegio a realizar las tareas, la casa en la que vivía, junto a sus hermanos y su madre era de tablas, en ella le tocó vivir hasta que cumplió 20 años.
Iniciaba sus labores como empleado de la mina del Cerrejón y sus primeros ahorros, cesantías y préstamos, fueron para construirle la anhelada casa de material a su mamá, considera que ese es el primer logro personal que le ha regalado la vida, y una manera de retribuirle un poquito a su vieja lo buena que era y el inmenso amor que le siempre le brindó, y recuerda que esa había sido una promesa que Él le había hecho a su mamá, en el año 1977, cuando apenas contaba con 10 años, pues su padre viajó primero y luego su madre a trabajar, en oficios domésticos a Venezuela para ahorrar y comprar una vivienda digna, a los hijos los repartieron en la familia, a mi homenajeado lo ubicaron donde un tío que era el jefe de la empresa de telecomunicaciones “Telecom”, es decir, le mejoró un poco la situación, pero a pesar de ello todos los días lloraba a solas la ausencia de su madre, le suplicaba que por favor se devolviera, que esa bendita casa se la regalaría Él cuando trabajara.
Por esas afujías económicas que pasaba en aquellos momentos Marlon a pesar de haber sido el mejor bachiller y ostentar el mejor Icfes, no pudo ingresar a la Universidad como hubiera querido, una profesora que siempre recuerda Zoraida Toncel Redondo, le había gestionado una beca para estudiar Medicina, a Marlon eso lo entusiasmaba, por sus conocimientos de paramédico en la Cruz Roja Colombiana, existía la opción de una beca con el fondo Luis A. Robles, pero solo cubría el valor del semestre y no la manutención, definitivamente no se pudo estudiar en ese momento, intento con la carrera ingeniería industrial en la Universidad de La Guajira, no alcanzó a terminar el semestre, el 22 de octubre de 1985, después de haber sido rechazado varias veces por ser menor de edad, es convocado para irse al Sena de Barranquilla a realizar sus estudios como técnico mecánico para trabajar en la apetecida empresa Intercor, que explotaba los Carbones del Cerrejón, el 3 de diciembre de 1986, luego de hacer su tránsito por el Sena, inicia oficialmente sus labores en el Cerrejón, allí permaneció durante 35 años, se retiró el 11 de octubre del 2021.
Estando en Cerrejón, se interesó cuando tenía 30 años en esa empresa por estudiar administración de empresas, pues en varias oportunidades fue acting (supervisor encargado), y varios superiores, de dicha empresa le sugirieron que se hiciera profesional para ascenderlo, pero hubo la opción de estudiar Derecho, y la escogió de una, lo llenaba mucho más, la Universidad Antonio Nariño, contaba con una sede en Riohacha y sin pensarlo dos veces se matriculó, comenzó a estudiar en 1997, se destacó en sus estudios universitarios, siempre en los primeros lugares, hizo la Judicatura en un juzgado penal, se dio a conocer, hacía demandas, muchas gratuitas con el ánimo de aprender y poner en práctica sus conocimientos, su mejor escuela en Derecho Laboral, fue primero la relación con sus compañeros de trabajo y segundo, su experiencia sindical, Sintracarbón fue clave para desarrollar sus conocimientos, asistió a infinidad de compañeros en sus procesos de descargos, era muy solicitado para estas diligencias, aplicaba el Derecho Individual y también el Colectivo, en el año 2009, realizó su primera especialización en Derecho Laboral, en la Universidad del Norte, se sentía pequeño en ese momento, pues la mayor parte de sus compañeros se desempeñaban en altos cargos, jueces de la República.
Está felizmente casado con: Lusdaris María Campo González, desde hace 25 años, tiene dos hijos, el mayor es Jesús Enrique Gómez de Vega de 29 años, dedicado al comercio, ya es abuelo por Él, tiene dos nietas que se llaman Yulimar y Luciana Gómez Vizcaíno y una hija de 22 cuyo nombre es Gabriela de Jesús Gómez Campo, termino el cuarto año de Derecho en la Universidad Libre de Barranquilla, anhela convertirse en una abogada triunfadora como su papá.
Su trayectoria como trabajador de Cerrejón (técnico mecánico) duró 35 años, de los cuales 20 fueron como dirigente del Sindicato de Trabajadores del Cerrejón “Sintracarbón”, estuvo de manera continua como negociador, luchando siempre por el mejoramiento de sus afiliados, e incluso por los amparados, negoció de manera ininterrumpida desde el año 2010, hasta el año de su retiro en el 2021, durante ese tiempo logró suscribir junto a sus colegas negociadores, un total de 5 convenciones colectivas.
Por 27 años continuos, fue miembro del consejo de administración de la Cooperativa de los trabajadores de Cerrejón “Cootracerrejón” 14 de ellos como presidente del consejo, es de los desempeños más destacados y satisfactorios de su vida, cuando recibió la presidencia la cooperativa, era un ente pequeño y con su liderazgo, con un excelente equipo de trabajo, además de un idóneo grupo de consejeros y delegados, logro ubicarla como una de las mejores cooperativas del país, convirtiéndola en entidad de ahorro y crédito, de muy buena reputación.