Luis Ricardo Mendoza Martínez, un joven egresado de la Universidad de la Guajira del programa de Negocios Internacionales, es el protagonista de esta historia. Hijo de Santiago Mendoza Pinto y Ceneris Martínez Ruiz, una familia humilde que enseñó a Luis el valor del trabajo y de luchar incansablemente por los sueños.
El barrio Los Médanos” de Riohacha se vistió de fiesta con el grado de este joven que curiosamente llegó a recibir su diploma con una caja de gomitas en la mano, acción que llamó la atención de los asistentes y aún más cuando se conoció la historia del honor que merece esta caja en un acontecimiento tan importante en la vida de Luis.
“Recibí el diploma con una caja de gomitas porque quise generar un recuerdo, recalcando quien era hacen 5 años, esa persona humilde y alegre que le endulzaba los ratos a los estudiantes antes de iniciar un examen o antes de irse para sus casas. Quise mostrar las gomitas como símbolo de una de las tantas golosinas que oferté en la universidad para salir adelante y poder suplir algunas necesidades que mis padres no me podían suplir en el momento”, manifestó este joven, que con este gesto se convierte en un ejemplo de superación y perseverancia de los muchos que hay y que están silenciados.
Todo empieza por una necesidad, cada día en la universidad era la aproximación al profesional que quería ser, pero existían muchas barreras que dificultaban su camino para lograrlo, como el factor dinero que sin él no podía solventar lo más básico como fotocopias, alimentación y transporte. Por eso, sin ningún temor y pena pensó en ofertar dulces para subsanar por lo menos el transporte y las fotocopias en la universidad, iniciando así con una caja de caramelos llamada ‘Candy Ranch’, dónde las ofertaba a 400 pesos y a medida que pasaban los meses logró invertir la ganancia obteniendo variedades cómo ‘Barquillos Pizza’, ‘Bombombum’, ‘Gomitas Grissly’, entre otras golosinas.
Y es que la educación es tan fundamental en el día de hoy y ponerle limitaciones a cada anhelo de lo que queremos ser es rendirse en un mundo de muchas posibilidades, donde personas como Luis nos recuerdan que los limites solo los pones tú.
“Una mente abierta es esencial para creer. Las mentes cerradas no inspiran fe, valor, ni convicción”: Napoleón Hill.
Esta es la frase que identifica la templanza y perseverancia de este joven a quién no le da pena reconocer de dónde viene, un guerrero que la vida le ha enseñado que no se vive de lujos y apariencias, que nuestra esencia está en lo que podemos construir a pulso para inspirar a otros a seguir: “¡Si yo pude, ustedes también!”. Esa es su consigna.
Su visión ahora es seguir preparándose y poder tener las puertas abiertas en alguna empresa que le pueda brindar una oportunidad laboral y así mejorar su calidad de vida. Así como para muchos, para Luis no ha sido fácil, nadie sabe las luchas que enfrentan los estudiantes para poder librar cinco años de estudio con valentía sin rendirse, pero existen dos opciones, rendirse o seguir. Luis hoy ya es un profesional y se siente orgulloso de su logro, ahora seguirá tocando puertas para no ser un desempleado más de los muchos que hay en la cola esperando que se abra una puerta.