En un acto de transparencia, debo informar, para quienes no lo saben, que el fundador de Diario del Norte, como también del Sistema Cardenal, es mi hermano de sangre. Con él, así como con la demás familia, hemos mantenido la independencia por lo que se piensa, se dice y se hace bajo el entendido que las responsabilidades de las actuaciones individuales y el profundo respeto a la condición de sujetos de derechos se imponen.
Con la edición 4299 de Diario del Norte, se cumplen 15 años de circulación, lo que en términos de temporalidad matrimonial corresponde a ‘Bodas de Cristal’ cuyo significado está asociado con la solidez, resistencia y sostenibilidad que se puede predicar por extensión de este proyecto comunicacional.
A propósito del aniversario número quince del periódico del norte de la región Caribe, con una posición objetiva, por iniciativa propia y curado de mutuos elogios, traigo a la memoria y aporto el testimonio del esfuerzo sostenido por un proyecto de comunicación fundado por Ismael Darío y hoy gerenciado por Demis Pacheco de Fernández para que sirva de ejemplo de emprendimiento, no es fácil de sacar adelante, en las condiciones más difíciles para su permanencia en el tiempo, cumpliendo una función social estratégica y con una competencia cada vez más creciente.
Desde 1992, soy testigo excepcional de su lucha para sacar adelante el sueño de un periódico para el Departamento de La Guajira, a partir de un radio periódico que se transmitía por la emisora Radio Delfín de Riohacha. Fueron muchas madrugadas las que transcurrieron para una labor de reportería infatigable con el apoyo de su inseparable máquina de escribir mecánica. De lunes a viernes no había pausa para recoger las noticias con los precarios recursos de la época y elaborar unos libretos noticiosos para ser leídos por el director de El Flechazo.
En el primero de julio de 2009, fecha de conmemoración de la creación del departamento de La Guajira, se lanza a la aventura de imprimir la primera edición del Diario del Norte y desde entonces no ha parado la rotativa de Gámez Editores hasta la fecha.
Las cuatro generaciones de la extensa familia Fernández, por nuestro conducto, hacen público lo que en privado valoramos del fundador de Diario del Norte: El esfuerzo, la perseverancia y el compromiso para sostener, contra viento y marea, un proyecto periodístico que marca la diferencia con otra propuesta de comunicación, construyendo patria día a día, y formando opinión pública por los medios escritos, electrónicos, audiovisuales y sonoros.
Reconocemos que honra la memoria, preserva y aumentar el legado de nuestro núcleo familiar y se constituye en referente y ejemplo de tenacidad para las nuevas generaciones fernandinas por sostener una empresa plural que le abre los espacio para que ciudadanos y ciudadanas expresen sus opiniones de manera responsable y contribuyan a fortalecer la democratización de la información.
Después de tres quinquenios, Diario del Norte ha cumplido a cabalidad con la difícil misión de informar y formar una opinión pública a partir de la veracidad objetiva de las noticias derivadas de evidencias probadas, comprometido con el interés general y las transformaciones estructurales para que haya justicia ambiental, social y el goce de los derechos, especialmente, de las comunidades más vulnerables de los siete departamentos de la región caribeña del país.
Si bien es cierto, como me dijo el fundador del periódico de la región Caribe, en sus inicios era patrimonio familiar, hoy por la apropiación ciudadana, es patrimonio de sus lectores y lectoras. Hacemos votos porque Diario del Norte, así como hoy primero de julio conmemora sus ‘Bodas de Cristal’, en diez años este celebrando sus ‘Bodas de Plata’, en 35 años las de oro y en 60 años las de diamante para que permanezca en el tiempo como columna de la democracia informativa desde el territorio más septentrional o boreal de Colombia y Latinoamérica.