La pluma dorada, luego de pasar por una prueba de vida, vuelve a plasmar la página en blanco con la tinta fina de su pensamiento, inspirada en la frase “la educación la inventó un loco que no tenía nada que hacer”, afirmación viral y polémica de donde un niño envuelto en llanto en un video, se lo expresaba a su madre.
Video que se pintó en la mente desde el recuerdo, cuando se observa otro video polémico sobre el pensamiento o concepto sobre escuela de la senadora Boreal, plasmando así en el pensamiento, la imagen del niño del video, lo que lleva a pensar, que tal vez, las declaraciones de la senadora, se debían probablemente, al resultado de experiencias desagradables que muchos niños pasan en la escuela.
Una de ellas, la rutina diaria a la que no solo está expuesto el estudiante sino también los maestros, ustedes se preguntarán ¿Cómo así? Le explico, iniciemos con el tema de los estudiantes, estos llegan a un punto, en que se aburren en la escuela, porque al llegar, hay más atención en desarrollar contenidos temáticos, que en el desarrollo integral de su ser y saber hacer, sumado a esto, el abandono total de sus padres, quienes dejan a la escuela toda la responsabilidad, pero toda, según ellos, en su gran mayoría, dicen “que la escuela se encargue” “yo solo los traigo al mundo, al estudiante que ellos necesitan, que la escuela los llene de contenidos”, este grandísimo error que tienen los padres de familia sobre su responsabilidad con sus hijos es una de las causas en un 60% de que el estudiante no ame ir a la escuela, los lleva a mirarla y sentirla como algo malo o como un castigo, padres de familia que le dedican el 100% a su trabajo y se les olvida que la educación de sus hijos inicia con ellos, y han venido con el mal concepto, de que, es la escuela la que debe atendérselos, ¿Qué tal el descaro? Padres de familia que no acompañan el proceso de sus hijos, que no revisan qué tareas tiene, qué aprendieron sus hijos, qué deben preparar para hacerlo con calidad, que no revisan cuadernos para saber que ven en cada periodo y conocer qué tanto está aprendiendo sus hijos, saber si hay alguna dificultad para poder intervenir, pero no, se puede ver y sentir padres de familia que abandonan a sus hijos, lo que origina posiblemente en su mayoría el desinterés en dar buenos resultados.
Otro factor que hace que los estudiantes y maestros en ciertos momentos tengan un mismo sentir en cuanto, a que la escuela muchas veces es aburrida y un lugar donde se te obliga hacer cosas que no se quiere hacer, ahí es donde está el segundo problema con la educación del país, es precisamente las responsabilidades sistemáticas, normativas y rigurosas que el Gobierno desde el Ministerio de Educación nacional, exige a las distintas instituciones educativas y colegios, personas ajenas a la realidad escolar se sientan desde la comodidad de sus oficinas, a planear para controlar el desempeño docente, saturan tanto a la escuela de contenidos que se le olvida los intereses de los estudiantes y la preparación del maestro.
Entonces, según los análisis del Ministerio nacional, para garantizar la calidad de la educación en Colombia, se debe medir a través de formatos, sistematización de los trabajos que a su parecer deben hacer los actores principales de la escuela, alejando a sus miembro de una verdadera calidad, esa que nos plantean los pedagogos, entre ellos; la maestra María Montessori, quien señala que la calidad de desarrollo del ser y el saber hacer de los estudiantes, es precisamente, conocer cuáles son sus intereses, en qué etapa de aprendizaje se encuentran, cual es su realidad, su habilidad y sus deseos, todo esto combinado con el desempeño del experto, en este caso, es el maestro.
En Colombia, es triste decirlo, prima el deseo de cada ministro de Educación que llega, aquello que cree hace falta, sin conocer la realidad, que solo los maestros conocen y la escuela, no existe otro ser en el planeta más que el maestro para saber ¿Qué, cómo es y qué se debería trabajar para la calidad de la educación? cosa que no le han dejado desarrollar en su gran mayoría, ¿saben por qué? Por el amarre político y sistemático que ordenan desde el Ministerio de Educación nacional, quien coloca límites, controla el tiempo, los contenidos, las dinámicas, ¿cómo y cuándo se debe evaluar? Todo esto, es lo que suma a que los niños y jóvenes, vean la escuela como algo cuadriculado, cerrado, pues, lo que menos importa es el interés real del estudiante y el conocimiento del maestro frente a esto, leemos las teorías de los pedagogos, pero no se puede aplicar, por el tiempo y lo que exige el Gobierno nacional para ver si se cumple o no con lo que ordenan, en fin, así como vamos, no va a cambiar nada, todo irá de mal en peor.
El Gobierno nacional a través del Ministerio de Educación, debe pedir resultados no a los maestros, debe exigir resultados a los padres de familia irresponsables que no están cumpliendo con su responsabilidad de apoyar al 100% a sus hijos, el maestro trata de cumplir con todo lo que se le ocurra a los distintos gobiernos sobre educación, pero nunca se han sentado a permitir que el maestro y los estudiantes puedan aportar a la calidad de la formación desde su realidad, sus habilidades, aplicando lo que nos afirma cada pedagogo, María Montessori, “ la educación se debe centrar en los intereses de los estudiantes, sus etapas de aprendizaje, sus habilidades artísticas, toda una escuela nueva”.
Ojalá en algún momento sean las voces de los pedagogos y los actores directos de la educación la que tenga eco en la calidad que se busca de papel, pues como vemos la realidad de los resultados no han sido positivas.