La corrupción se volvió cultura porque ha sido aceptada y amañada por la sociedad. Es un veneno sociocultural (mala compañía) que no ha sido fácil de controlar porque se ha regado en todo el cuerpo de la humanidad. Este flagelo ha invadido el ámbito de la vida social y había que cerrarle la puerta para que no entrara y se volviera cultura.
La corrupción es un fantasma que anda libre como el viento recorriendo el mundo, derrocando todos los sistemas de gobierno, ha penetrado en las más diversas civilizaciones del mundo, ha sido un mal de todo el tiempo abrazado en todos los rincones del universo donde quiera hay cultura, destruyendo sociedades derrumbando gobiernos y quebrantando conciencias, cambiando la escala de valores y seguirá así si la sociedad y el gobierno no reaccionan a tiempo.
Diferencias entre cultura y corrupción: son dos cosas distintas. La cultura es sana y la corrupción daña (corromper es dañar). La corrupción es una cultura antisocial desviada que va en contra de la democracia. Esta donde más se ampara es en el gobierno y tiene más injerencias en la vida política de un país. Cultura: cultivo sano del espíritu humano.
La Corrupción es un flagelo dañino que opera como una red de vasos comunicantes que penetra y une el sector privado en mano compuesta con al sector publico destruyendo al sector social. La cultura es de arte, de formación artística que se desarrolla como un cultivo sano en el terreno de la vida social.
La corrupción no es una aberración o perversión espiritual del individuo, nadie se corrompe solo, la corrupción es de mano compuesta de mala costumbre, pero ha sido de resignación social como si fuera cultura.
Control de la corrupción para que no se vuelva cultura: hay muchas válvulas de escape, el famoso estatuto anticorrupción Ley 190 de 1995, ha sido peor el remedio que la enfermedad y en el amarre sociocultural se citan costumbres arraigadas en la comunidad que atentan contra los principios éticos y normativos propios de la cultura y de carácter objetivo que salvaguardan el adecuado cumplimiento de los fines en la moral social.
Cuando hay corrupción se impone el poder económico de los grupos privados aliados con el gobierno en monopolios y sobornos en los recursos públicos que son fenómenos de concentración y de riquezas con dineros del gobierno, uso general de influencia o palancas en la contracultura de la corrupción moral.
La cultura de la corrupción, cuyos síntomas más claros son la resignación social y política, costumbres generalizadas en la cultura del dinero fácil des- de la actividad pública y privada donde han logrado riquezas ostentosas, costos adicionales para los contratistas del Estado, contribuciones o apoyos económicos en las campañas electorales del pago de futuros sobornos como apoyo social a políticos en el poder, quienes han abierto las puertas para que se vuelva cultura.
Si las causas de la corrupción han sido socioculturales, para enfrentarlas es necesario implementar diversas estrategias que ataquen simultáneamente las causas con mano fuerte sin escape y en callejón sin salida.