Por Hernán Baquero Bracho
Mantengo viva la esperanza que La Guajira será la región que soñé, y pienso que ese sueño que perdura en mí, será realidad para las generaciones que ya comenzaron a llegar, con las innovaciones que ellas aportan desde sus propias visiones del mundo y herramientas de trabajo avanzadas y sofisticadas.
No me importa que hayamos tenido frustraciones y que tengamos problemas que persisten y se agudizan al parecer, es inevitable en la experiencia de los pueblos, o al menos en nuestro caso, lo fue. Sé que superaremos los obstáculos si no claudicamos, si seguimos haciendo esfuerzos sinceros y sostenidos, sin desfallecer, inspirados en la idea de democracia como forma de vida, convivencia y gobierno.
Siempre me ha llamado la atención que se pregunte sobre los políticos “¿Cuántos votos tienen?”. Por qué no preguntan “¿Qué piensan?” o “¿Qué harían si tuvieran decisiones en sus manos?” “¿De dónde vienen, que han hecho?”. Siempre he tenido como principio que los votos son de los ciudadanos y cada quien en su momento decide a quien desea elegir.
Asignar la propiedad de los votos a los políticos es un atavismo de la herencia colonial y luego de la independencia. De épocas de señores feudales, gamonales y caudillos que contaban electores como cabezas de ganado. Y eso precisamente cada quien decidió a quien elegir sucedió en La Guajira, en todos los frentes por una causa u otra que ya mis lectores conocen, pero el caso más específico al que me voy a referir es el del joven contador público, quien se ha hecho a pulso y ostenta una credencial de la amistad y del servicio en El Molino del alma, Juan David Vence, un buen muchacho, profesional de las ciencias económicas, con un carisma y una simpatía en su pueblo y fuera de él. ‘Juanda’ es sinónimo de una sonrisa que lo caracteriza siempre en su trato con los demás. No es político, pero parece que lo fuera. Servir es su lema. Ayudar al prójimo lo vuelve popular y es cuando la gente de El Molino, le expresan ‘Juanda’ ¿Cuál es tu candidato?” “Nosotros apoyamos al que tú digas”.
‘Juanda’ ha sido un soñador, se ha labrado una vida a punta de esfuerzos, logros y objetivos, y como nativo de esa región, es un joven profesional, contador público, que ha ocupado cargos en su pueblo. Hoy lidera su grupo familiar y más allá de vecinos y personas del común que encuentran en Juan David Vence a una persona servicial a toda hora y momento. Sin lugar a equivocaciones ‘Juanda’ es ejemplo de superación. Su personalidad es como un imán.
‘Juanda’ está demostrando que hay que soñar caminos para construir objetivos que vayan en la ruta correcta y en el norte indicado, para bien de su impronta personal, del clan familiar y de la comunidad en general.