Por Luis Eduardo Acosta Medina
“Este Grammy Latino, no es de ‘Poncho’ ni es mío, no es de Carmen Díaz ni del viejo Emiliano, este es de mi país mi país colombiano”
Hemos recordado el aparte que antecede de la canción titulada ‘El Grammy’ de la autoría de Emilianito Zuleta porque una vez más Jorge Celedón se ha salido con la suya y es un motivo adicional para sentirnos orgullosos de la música vallenata, ya son cuatro los premios Grammy Latino que ha obtenido, la primera vez pudo ser una grata sorpresa; la segunda es la confirmación que aquel no fue por suerte; con el tercero marcó definitivamente el territorio y nos notificó que ya es grande entre los grandes, pero el que acaba de obtener es prueba inequívoca que el reinado de este villanuevero que brilla con luz propia ya es de otra dimensión.
Los villanueveros tienen justificadas razones para andar más contentos que viuda vieja con marido nuevo porque no solo son ‘Cuna de acordeones’ sino también y de qué manera ‘Cuna de los Grammy’, no es fácil que ya tenga entre gente cuyo ombligo fue sembrado en su bendito suelo cinco premios de esa categoría, porque bien vale decir que eso no se lo dan a nadie por su bonita cara, los mediocres dirán que “es de buenas” pero los que saben dicen que ha hecho méritos para lograrlos.
Jorgito Celedón y Sergio Luis Rodríguez nos han demostrado que no se necesita fusionar nuestra música con champeta y otras locuras para ser escuchados, acogidos y respetados internacionalmente, cada vez escucha uno con más frecuencia a los loquitos afanados por notoriedad que cuando graban alguna cancioncita atontada donde se oye todo menos las notas del acordeón y la marcación de la caja cuando dicen “estamos buscando un sonido más internacional”, paja a otro perro con ese cuento, no podrán seguir acabando con el vallenato copiando mal ruidos que nada tienen que ver con la música más bonita de Colombia, el acordeonero, el guacharaquero y los cajeros tendrán que volver a ser más importantes que el meneíto, los calzones rotos y los alaridos en las tarimas.
Sin duda, más de uno debe estar arrepentido de dejar lo cierto por lo dudoso, el costeño es culturalmente acomplejado y siempre piensa que lo del otro es mejor que lo de él y la música vallenata ha sido víctima de esa vaina, hay artistas que parecen aconsejados por sus enemigos, abandonan la interpretación de la música que los hace grandes, hasta reniegan de ella y es por eso que después les toca recular porque generalmente fracasan en el ensayo repitiéndose la historia del aprendiz de brujo que ya creía que sabía más que el profesor, se puso solo a ensayar armó mal el parapeto y la brujería se le vino encima.
Este nuevo tamacazo que le dieron al vallenato-champeta es un valioso aporte al Plan Especial de Salvaguarda de la Música Vallenata desde la perspectiva musical tradicional para la defensa eficaz y urgente de nuestro patrimonio inmaterial e intangible ante el peligro de su extinción en la plenitud de su primavera.
Algunas agrupaciones ya abrieron los ojos como Kvrass, Rafael Santos, ‘Rafa’ Pérez con Hugo Carlos, Deimer Marín en su decisión de cambiar y el mismo Peter Manjarrés con ‘Juancho’ parece que si entendieron la situación con recientes producciones discográficas con varias canciones bien vallenateadas y muy poco para brincar, lastima, que la radio programe solo estas últimas; ‘Jorgito’ y Sergio Luis por su parte ya están en lo suyo, ese es el camino, para transitarlo todos son necesarios pero quienes busquen atajos no harán falta.