Por Jesús Cordoba
Escribo este artículo para hacer referencia a dos de los tantos eventos que causan mortalidades extensas a los seres vivos, ambos arrasan con humanos, animales, plantas y hasta destrucción del reino mineral y hago a un lado el Diluvio Universal y demás desastres ocasionados por la Madre Naturaleza (tsunamis, terremotos, maremotos, volcanes, etc.)
Guerra y pandemia arrojan como efecto la muerte, lo opuesto a la vida, expiración de todo el proceso celular de un ser vivo, porque las dos no tienen selección de un grupo específico.
De la primera guerra que tenemos mención sucedió a pocos lustros de la creación del universo, narra la Santa Biblia que Caín con hueso de asno asesinó a su hermano Abel por envidia, en esta pequeña guerra murió el 25% de la humanidad, cuando solo poblaban la Tierra cuatro personas: Adán, Eva, Caín y Abel. Desde ese momento las guerras entre los hombres no han parado, de ello da testimonio el Antiguo Testamento que está plagado de testimonios de luchas entre las pequeñas naciones nacientes.
Por el lado del origen del universo en la postulación denominada teoría del big bang (gran explosión) es aceptada por la mayoría de los científicos, y postula que el universo podría haberse originado hace unos 13.800 millones de años, en un instante definido, la humanidad tampoco escapa de las guerras comenzando con las intestinas del hombre primitivo por la supervivencia de una horda o de un clan, apareciendo con los siglos la propiedad privada, cuna de la mayor causante de violencia por la defensa de lo propio “lo que es mío nadie me lo quita” y aparece el sometimiento y el esclavismo.
Y desde entonces continuaron las grandes guerras de la humanidad por las conquistas de nuevos territorios guiadas por los grandes imperios para someter, extender sus fronteras, credos religiosos, modos políticos, comercio, etc., definitivamente la guerra es un buen negocio.
A estas dos teorías del origen del universo además de las guerras, siempre se han generado, las epidemias y las pandemias, guerras o enfermedades, cuál de las dos ha puesto mayor número de muertes no lo sabemos, porque la escritura y la imprenta fueron inventadas muy tarde y la narración de los pocos hechos históricos que hoy conocemos, no sobrepasan los tres mil años.
Lo pacífico resulta con frecuencia ñoño, insulso e hipócrita. La guerra ha sido siempre una «institución natural». Sociedad y ejército eran una misma cosa.
Los grandes conflictos armados no se dieron de un día para otro y a veces se necesitó solo de “un pretexto” para iniciar con los ataques, entre ellos merecen citarse:
Primera Guerra Mundial (1914-1918); Segunda Guerra Mundial (1939-1945); Revolución Francesa (1789-1799); Guerra de Vietnam (1965-1975); Revolución Rusa de 1917; Guerra del Golfo Pérsico (1990-1991); Guerra de los pasteles (1838-1839); Guerra de Irak (2003-2011).
No se tienen datos ciertos de las masacres cometidas por los europeos en nuestra América, La Conquista provocó la muerte de casi el 90% de los indígenas, consideran historiadores, la colonización de América mató a 56 millones de indígenas y cambió el clima mundial y sumado a ellas trajeron enfermedades infectocontagiosas, las venéreas y la viruela, entre ellas.
En la especialización que realicé en Salud Pública en la Universidad de Antioquia, aprendí de mis viejos y queridos profesores que la enfermedad forma parte de la historia de la humanidad de manera intrínseca. En la actualidad estamos sufriendo el coronavirus, pero desde que el ser humano empezó a organizarse en sociedad y a crear núcleos de personas que convivían juntos en un mismo espacio territorial, las enfermedades contagiosas tomaron un especial protagonismo. A medida que la población mundial fue creciendo, cuando una enfermedad se extendía y afectaba a varias regiones del planeta, convirtiéndose en una amenaza para la población, se empezaron a documentar las primeras pandemias.
Hojeando los libros de mi biblioteca, encontré los datos de aquellas que pusieron en jaque a la humanidad, por su magnitud mortal:
Peste de Justiniano, Peste Negra, Viruela, Gripe española, Gripe asiática, Gripe de Hong Kong, Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH) y la actual, Coronavirus, que a fecha del 16 de agosto, la pandemia de coronavirus lleva hasta el momento cerca de 21,5 millones de personas contagiadas, incluidas unas 771.000 víctimas mortales y 13 millones de pacientes recuperados, en los 188 estados y territorios afectados, según el balance ofrecido por la Universidad Johns Hopkins.
En total, 21.462.593 personas han contraído el virus, de las cuales 771.111 han muerto a causa del mismo, lo que supone un incremento diario de 6.408 decesos.
Como usted puede darse cuenta amigo lector, la cosa con las guerras y las pandemias no son de juego son cosa seria porque nos quitan lo más preciado del ser humano: la vida. Como clínico recomiendo “hay que cuidarse”, siga las recomendaciones del personal de salud, no crea en curas milagrosas, el coronavirus lo transmite un virus y las características del virus son diferentes a las de una bacteria, el tratamiento de cada uno es totalmente diferente. Los invito a cuidarse, mi vida y la tuya valen demasiado, no te expongas.