Amigo lector, ayúdenos a buscar 440 mil guajiros que se han beneficiado con “agua limpia y para siempre” durante el año fiscal que lleva el Gobierno Duque. Por muchas cuentas y cálculos que hago, no me cabe en la cabeza dónde están escondidos.
Definitivamente “estoy azul”, como a veces le escuché a mis estudiantes, al leer sendas columnas de prensa cuando estábamos para cerrar el año. En Diario del Norte, se publicó la columna ‘Una guajira de propietarios con agua limpia, siempre y para todos’ del muy ponderado ministro guajiro de Vivienda, Jonathan Malagón. Pocos días después, Karen Abudinen, consejera presidencial para las regiones, publicó la nota ‘Reconstruyendo un sueño guajiro’.
Ambos escritos van en la misma línea: tratar de convencer al país que, con solo poco más de un año, este gobierno ha solucionado gran parte de nuestras históricas necesidades. Los funcionarios son muy mañosos y sesgados a la hora de aportar cifras a sus balances y parece que “el geniecito” de Malagón aprendió rápido ese truco. Una cifra en miles de millones descresta, pero si la cifra de la inversión estatal se pone en contexto, comparando con la asignada por otros gobiernos, midiéndola con los recursos que se necesitan, realmente se conoce el impacto de la misma, eso no lo hace bien Mal…agón.
Pero el sesgo pérfido de las cifras es el peor pecado del ministro guajiro y la señora Abudinen. En materia de vivienda, Malagón pomposamente señala que “las cifras corroboran que el 2019 fue el año de la vivienda de interés social”. Lo anterior no tiene sentido, si Malagón tuviera la sinceridad de decir que el gobierno que representa eliminó de tajo el programa de vivienda gratuita de Santos. El ministro habla de 1.500 personas “habilitadas” para subsidios de mejoramiento de vivienda y que han priorizado 400 familias para subsidios del mismo programa en La Guajira. Aunque suene “bonito”, lo que está diciendo es que durante el gobierno Duque no habrá más entrega de vivienda para los colombianos destechados, sino que el que ya la tenga, puede recibir ayuda para legalizar el predio o mejorarla.
Abudinen, jubilosa, dice que este gobierno ha entregado 340 viviendas gratis, pero toda verdad a medias se convierte en una gran mentira. Lo que no dice es que estas, y todas las viviendas que Duque ha entregado, fueron concedidas, contratadas e iniciadas en el gobierno de Santos. Duque solo entregó las llaves. Ambos funcionarios hablan del muy publicitado programa ‘Guajira azul’; Malagón y el comercial en televisión nacional, hablan de 440 mil beneficiados, lo que, si comparamos con el Censo, quiere decir que ya no solo los wayuú, sino los guajiros tienen agua “limpia, siempre y para todos”. ¿Alguno de ustedes le cree al ministro?
El ministro habla de 10 intervenciones terminadas, Abudinen de 20 pozos profundos que benefician a 723 familias de 20 comunidades indígenas. Cifras que no coinciden. Tampoco les da pena ocultar a sus paisanos que, la mayoría de esos pozos profundos fueron pactados por el gobierno de Santos en el paro indígena del 2016. Además, estaban en intervención aún en el año pasado y se están construyendo en fincas y casas urbanas de líderes wayuú y no en las comunidades necesitadas. En suma: este gobierno y funcionarios están pidiendo milagros con camándula ajena, eso se refrenda con que de los $400 mil millones que prometió el “generoso” de Duque para ‘Guajira azul’, no todos son recursos nuevos, incluye el empréstito que desde hace años pagamos los guajiros con nuestras regalías.
Podrá ser muy guajiro, preparado y “pilo”, pero a Malagón, al menos, debiera darle pena pensar que somos tan ingenuos e ignorantes.