Fructífera para La Guajira la visita del Gobierno nacional, en cabeza del presidente Gustavo Petro, con la cúpula ministerial, viceministros y directores de dependencias que se trasladaron al territorio peninsular durante una semana, cuyas conclusiones terminan en compromisos garantizando recursos presupuestales y regalías, amparado en declaratoria de Emergencia, Económica, Social y Ambiental.
La intención resultaría positiva para emprender acciones y operaciones de diferentes actividades que sirven para generar medios de trabajo en oportunidad para muchas personas desempleadas, postradas en pobreza.
El presidente Gustavo Petro expidió decretos de emergencia en La Guajira para atender las necesidades en: agua, salud, educación, muertes por desnutrición de niños wayuú, hospitales, medio ambiente, entre otros.
La expedición de decretos subsiguientes, originados en la declaratoria de emergencias se dictarán en el término de 30 días, en forma particularizadas sobre acciones, operaciones administrativas y ejecuciones de obras, apropiando y adicionando partidas presupuestales destinadas a inversiones prometidas, siendo la más urgente, el suministro de agua, con carrotanques a las distintas comunidades de los municipios de Uribia, Maicao, Manaure y Riohacha; hasta acondicionar redes de acueductos municipales para distribuciones del preciado líquido en hogares familiares, servicios y comunidades rurales; suministradas por bombeo desde la represa del río Ranchería.
El servicio permanente de agua es determinante para jalonar la inversión territorial en La Guajira, complementada con energías alternativas, propicias para ejercer en el territorio peninsular, agricultura, turismo, industrias, servicios, comercios y producción de hidrógeno; superando la escasez de agua, que actualmente padecemos, recibiéndola de manera racionada durante dos o tres días, por horas semanales.
El presidente Petro sembró esperanza en La Guajira bajo el predominio del signo zodiacal cáncer, afortunado para logros y prosperidades futuras. Muchos hechos en el mundo se causaron, conquistaron y coronaron en el término de vigencia del citado signo. Vasta investigar los antecedentes sobre hechos relevantes en históricos acontecimientos ocurridos entre el 21 de junio y el 22 de julio.
También nació cobijado por el mismo signo la independencia de Colombia, la vida administrativa, del departamento de La Guajira, el Diario del Norte, Cardenal Stereo en Riohacha y una serie de hechos resaltables. En los términos del signo cáncer se posesionó en la gerencia del Canal Regional Telecaribe, Ismael Fernández Gámez, director de Cardenal Stéreo y Diario del Norte, con participación de algunos gobernadores de la costa Atlántica y el director, de Región Administrativa y Planeación –RAP-, Amylkar Acosta Medina, en la capital de La Guajira, Riohacha.
Primera vez que se traslada un presidente con sus ministros a un territorio de Colombia, por el término de una semana para entender distintas situaciones y despachar decretando Emergencias Económica Social y Ambiental para resolver en forma mediata y gradual múltiples problemas que preocupan por el alto índice mortalidad infantil, originada por desnutrición y desatención, de autoridades en el servicio de salud.
El presidente se comprometió, además, en mediar diferencias en los proyectos de energía alternativa, estancados por intereses y desconocimiento de derechos relacionados con la producción, comercialización de energía y distribuciones de beneficios. No serán proyectos de concesiones únicas, direccionados por el centralismo, sino que deben ir asociados, Nación, territorios locales e inversionistas. Ya se inició con el proyecto piloto en La Guajira, Jepirachi, que viene operando desde hace 20 años.
Las concesiones son políticas neoliberales, donde al Estado lo colocan a un segundo plano en la operación y explotación económica de servicios públicos asignados a personas particulares para que se enriquezcan sin obligación de retribuciones a institucionalidad del Estado, no obstante responder este, solidariamente por daños y perjuicios, que cauce el concesionario, perdiendo la Nación sus facultades y atribuciones de servicio funcional.
Deplorables las reacciones de algunos guajiros, cuestionando anuncios del presidente Gustavo Petro, cuando más bien deberíamos alegrarnos y recibirlos con fe para observar la materialización de compromisos e inversiones en La Guajira, por valor superior a $2 billones, destinados en terminación de la represa del Ranchería, hospitales, universidad, aeropuerto, vías carreteables, transiciones de energía, reactivación de Salinas de Manaure, etc.
Que se van a robar la plata, comentan algunas personas, porque eso ha sido la costumbre de quienes nos gobiernan. No nos anticipemos a prejuzgar, esperemos y vigilemos el resultado de las promesas comprometidas para valorarlas si se cumplen. Si no las cumplen, quien pierde y queda mal parado es el gobernante, tipificando un engaño y falsedad.
Dejen a un lado la envidia y amargura, porque les producen rasquiña alérgica. El presidente Gustavo Petro se está jugando el gobierno con las pruebas de obras que se ejecuten en La Guajira para callar incrédulos y pesimistas negativos, que no hacen y les da envidia lo que otros hacen.