En los años que tengo de estar acompañando a mi esposo en los lanzamientos del Festival Cuna de Acordeones, nunca antes había visto a los villanueveros residentes en Bogotá y Barranquilla tan emocionados como los noté en los eventos que se hicieron con el fin de promocionar la versión 46 de 2024, bajo la presidencia de Raúl Hernández Maestre. El derroche de alegría entre paisanos combinadas con las emociones de los invitados, generaron una sinergia muy efusiva que al compás de las expresiones musicales que hacen alusión a Villanueva, se convirtieron en el gran detonante emocional y cariñoso, al tener en cada uno de los recintos, una extensión del terruño que los vio nacer.
Quienes somos villanueveras por adopción, concesión discreta y soberana que me he adjudicado por ser esposa de un villanuevero y por tener dos hijas que están registradas en la Notaría de Villanueva, puedo decir que mis paisanos adoptivos cuando se encuentran en lejanas tierras para promover las fiestas de su tierra, afloran naturalmente ese amor arraigado del lugar donde nacieron y crecieron, pero que brotan los anhelos y las añoranzas por vivir en Villanueva ya que por razones de trabajo u otras circunstancias no lo pueden hacer, pero de seguro que del 18 al 21 de septiembre, allí estarán porque los corazones quedaron hinchados de sentimientos por su amada, recordada y siempre presente Villanueva.
Sinceramente fueron indescriptibles las emociones que pulularon de los villanueveros que participaron de tan importantes lanzamientos de la versión 46 del Festival Cuna de Acordeones, felicidad que fue transmitida a través de las expresiones, demostración de cariño y afecto que se redujo a los abrazos que cada uno de ellos se dieron, mientras que los invitados que no guardan relación con Villanueva, también se contagiaron al ver el derroche de alegría en los dos lanzamientos en los que tuve el placer y la dicha de estar presente en Bogotá y Barranquilla.
Por lo que he visto y puedo describir sin caer en equivocaciones, es que los villanueveros han demostrado a lo largo de los años y en la oportunidad más reciente, que continuarán demostrando que el folclor vallenato y la música de banda hace parte de su pasión; ellos lo viven y saben contagiar a quienes no tenemos la dicha de haber nacido, pero que sí llevamos el placer de ser villanuevera adoptiva, demuestran donde quiera que están que el amor por su música y sus costumbres siguen más vivo que nunca, seguramente haciendo alusión al eslogan del festival: “Folclor es cultura y Villanueva es la Cuna”.