Indudablemente, en Colombia se ven expresiones fascistas, como ocurrió recientemente en la Universidad Javeriana al no permitírsele al politólogo argentino Agustín Laje dictar una conferencia el jueves 27 de abril a las 10:30 de la mañana en el auditorio José Félix Restrepo; lo que demuestra que el pensamiento único hace carrera en el país, luego no sería extraño que en un futuro no muy lejano, también se presenten quema de libros, pues cuando no se admite la opinión ajena, el fascismo empieza a mostrar sus garras; debido a lo cual ante la situación que se presentó en la Javeriana, vale recordar, la frase que se le atribuye al gran pensador francés Voltaire, seudónimo de Francois Marie Arouet (1694-1778), que afirmó: “ No estoy de acuerdo con lo que dice, pero defenderé con mi vida su derecho a decirlo”.
Al no permitir el fascismo las opiniones contrarias, como ocurrió recientemente con Agustin Laje, no se está lejos del general franquista José Millán-Astray, que en la guerra civil española pronunció la frase: “¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!”; y la historia es rigurosa con respecto al fascismo que se manifiesta en diferentes corrientes políticas, porque desde su aparición ha buscado imponer la fuerza por encima de la razón; pero es indiscutible que el origen del fascismo se encuentra en el marxismo, que ha usado diferentes atuendos para engañar a los pueblos; así pues, causa extrañeza cuando el presidente Gustavo Petro califica de fascistas a contradictores ideológicos y políticos, desconociendo de pronto, la génesis de esa doctrina totalitaria.
Es repudiable que en diferentes partes de Latinoamérica, los seguidores de la secta del marxismo leninismo acusen a sus enemigos políticos de fascistas, como ocurre con el tirano de Nicolás Maduro en Venezuela, ignorando que el marxismo es el padre incontrovertible del fascismo, pues se tiene que afirmar sin rodeos que el fascismo es una creación del marxismo, ya que Benito Mussolini, su fundador, fue a principio del siglo XX militante del Partido Socialista Italiano y marxista fanático que hizo expulsar de ese partido a los social demócratas por blandos, además constituyó al fascismo para volverse más revolucionario y fortalecer el socialismo.
Los comunistas en Colombia, con sus idiotas útiles, también señalan de fascistas y ultraderechistas a los que rechazan sus dogmas y proyectos dictatoriales, como ocurre permanentemente en diferentes escenarios, en donde sus principales jefes llamaban a enfrentar al fascismo, desconociendo la historia concomitante entre marxismo y fascismo. Pero más increíble es que dirigentes marxistas acusen de fascistas a quienes cuestionan la dictadura de La Habana; cuando para hablar de fascismo se debería saber primero ¿Quién fue Nicola Bombacci?
Joseph Goebbels, ministro nazi de propaganda del Tercer Reich, esbozaba: “una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”, lo cual significa que para que la verdad no sea distorsionada e ignorada, habrá que repetirla miles de veces y de forma vehemente, para que la mentira no prevalezca, porque la mentira es una arma de los totalitarismos como ocurre en el nazismo, marxismo y fascismo, de ahí que la verdad que nos ocupa ahora, indudablemente, es: el marxismo es el padre del fascismo.