Siempre nos han dicho que somos el futuro de este país, pero yo creo que en eso se equivocan, a esa frase le falta algo, y lo que le hace falta es que también somos el presente, porque la juventud siempre ha estado vigente a lo largo de la historia, siempre hemos sido ejemplo de valentía, de superación en momentos difíciles, siempre hemos marcado historia en este país, como cuando hace 30 años por medio de un movimiento estudiantil juvenil se dio el origen a nuestra constitución de 1991, que sentó las bases de un nuevo país, lo que nos permitió tener una democracia más participativa, dejando en el pasado a una constitución antigua y que vulneraba muchos derechos, las grandes manifestaciones y protestas que hemos incentivado contra la violencia, promoviendo esa paz que queremos todos en Colombia, muchos movimientos juveniles que han estado luchando desde 1971 cuando se dio por primera vez la primera gran manifestación por tener una educación de calidad y gratuita, que unió a muchas universidades del país y que hoy todavía seguimos luchando por esa misma causa.
Siempre hemos dicho presente y más ahora cuando conocemos nuestros derechos, hemos estado despertando, nos manifestamos y nos indignamos cuando suceden injusticias en este país, injusticias que pasan constantemente, que se llevan por delante la vida, el bien y el derecho más preciado que tenemos los seres humanos.
Múltiples son los problemas que agobian a la juventud, situaciones que no permiten tener un óptimo y adecuado crecimiento a los niños y adolescentes de esa Colombia olvidada a la que no se tiene en cuenta, a ese país que parece otro, por vivir en condiciones muy lamentables, situaciones como la falta de oportunidades, la dificultad de acceder a una educación de calidad, no tener una vivienda digna, no tener una buena alimentación, violencia intrafamiliar entre otras, son situaciones que dejan al descubierto todas las necesidades y problemas que tenemos, y que cuando esas necesidades no se logran satisfacer, desde ahí, viene el deterioro de la Vida, lo que produce enfermedades como la desnutrición, que se ha llevado sueños, tantos niños y niñas con ganas de vivir, lo que produce a qué muchos jóvenes empiecen a caer en el mundo de la drogadicción, lo que da como resultado que muchos jóvenes empiecen a delinquir y a sumarse a los grupos al margen la ley.
La juventud es el motor de esta sociedad, somos fuente de cambio y de transformación social, y eso es lo que debemos entregarles a nuestro país, vamos entregarles todos nuestros talentos, nuestro entusiasmo, esa energípositiva que nos empuja a marcar siempre la diferencia y así construir entre todos un lugar mejor, tratando de buscar siempre el bien común, así como colocamos modas que en ocasiones hacen mucho daño, también podemos “pegar” buenas acciones, que generen conciencia social, y que contagien e inspiren a otros jóvenes a aportar, al servicio y a labor social, resaltando que la juventud está marcando un antes y un después a nivel empresarial en tiempos de pandemia, hoy son los jóvenes los creadores y fundadores de múltiples emprendimientos y nuevas empresas en todo el país.
Y ese es el reto que tiene la juventud, de seguir tomando responsabilidades que generen cambios en el sistema, el reto de superar todas las adversidades que se nos presenten en el camino, de superar esos grandes problemas sociales que acechan a los jóvenes de este, como la drogadicción, la pobreza, el desempleo, la desigualdad.
Tenemos el reto de construir un mejor país para la juventud del mañana.