Por Luis Hernán Tabares Agudelo
Debido al desbordante poder que tenía la religión durante la Edad Media, al final del siglo XV y comienzo del XVI, surgen los humanistas: artistas de varias disciplinas, escritores, pensadores, filósofos y hasta religiosos que querían marcar diferencias con la forma de vida y pensamiento que había surgido en esta época de la humanidad impuesto por la Iglesia.
La mayoría de estos eruditos admiraban los postulados y pensamientos que se habían practicado desde la época greco–latina por su visión y posición del hombre en el mundo. Dentro de su postulado principal se encontraba que “el hombre puede entender y transformar el mundo a través del conocimiento”.
Lo anterior ocurrió en el período conocido como Quattrocento y enmarca uno de los períodos más importantes del panorama artístico europeo. Tuvo origen en Italia y es conocido como la ‘Gran Era de los Humanistas’. Entre sus principales representantes se encuentran: Lorenzo Bruni, quien fue uno de los mejores escritores de latín de su tiempo y se empeñó hasta lograr que se tradujesen desde el griego las obras de Platón, Aristóteles, Plutarco y Demóstenes; Nicolás Maquiavelo, considera a la religión necesaria para la marcha y consolidación del Estado, pero crítica la corrupción en las altas esferas de la Iglesia; Pico della Mirandola, el autor del ‘Discurso sobre la dignidad humana’, una importante obra del Renacimiento en la que el hombre es un ser único y libre, dueño de su destino, que reduce en gran medida la importancia de la religión.
Fuera de Italia encontramos en Holanda a Erasmo, que simboliza el ideal de los humanistas, pero también su estilo de vida. Es considerado un gran maestro intelectual, erudito y latinista. Crítica los abusos de la Iglesia, favoreciendo así las ideas de la Reforma Protestante.
En Inglaterra, Thomas More es el autor del tratado ‘Utopía’, donde describe una sociedad ideal sin influencia de la religión.
En Francia, Francisco Rabelais utiliza el género de la épica burlesca en sus libros ‘Pantagruel’ y ‘Gargantúa’ para expresar sus ideas humanísticas, personifica la libertad y potencia el humanismo queriendo transmitir el desarrollo del cuerpo y la mente.
Y por último, no podía dejar de mencionar a Leonardo Da Vinci, diría que el rey de los humanistas. Su aporte a la humanidad es inmenso e innegable. Fue anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, escritor, músico, poeta y urbanista.
Luego de los humanistas surge un movimiento llamado ‘La Ilustración’, cuyos principales exponentes fueron grandes hombres como Voltaire, Rousseau y Montesquieu que tenían por finalidad disipar las tinieblas de la ignorancia de la humanidad –al margen de la religión– mediante las luces del conocimiento y la razón.
Cuando me refiero al poder desbordante de la religión, hago referencia al que ha tenido la Iglesia católica sobre la humanidad desde que surgió con el legado de su principal exponente, Jesucristo. Sus herederos han tenido gran poder hacia sus seguidores y no seguidores, esto lo demostró cuando hizo las famosas cruzadas. En consecuencia, era necesario que surgiera oposición a las posturas machistas, buscar distanciamiento entre la Iglesia y el pueblo, incluidos las diferentes formas de gobierno.
En Colombia empezamos a diferenciarnos y a desmarcarnos cuando ocurre el cambio de Constitución. La de 1991 en teoría nos separa y aleja de la influencia de la Iglesia católica. Con el cambio de Constitución en Colombia comenzamos a mirar que la dignidad humana que nos irradia no proviene de una divinidad, se deja de mirar en forma abstracta ya que se le da desarrollo normativo.
Por la religión, la humanidad se ha visto enfrentada a muchos acontecimientos a los que no se les encuentra explicación debido a que ha grandes incógnitas siempre nos dio respuestas divinas; uno de estos ejemplos es lo relacionado con la búsqueda de vida en otros planetas y toda la especulación con la relación a los seres extraterrestres. Por lo anterior, cuando la Agencia Nasa nos diga que hay vida inteligente en el cosmos fuera del planeta Tierra, empezará a caer verdaderamente el poder de la Iglesia y todas estas religiones se quedarán sin piso.
Uno de los seres que más se ha perjudicado en todos los momentos de su vida desde la antigüedad hasta hoy por los poderes de la Iglesia ha sido la mujer. Cuando la Iglesia se refiere al hombre realmente lo hace al macho de la especie humana. No hay equidad de género, o usted por qué cree que aun hoy no puede haber Papa o cura, padre, obispo que sean mujeres. Esto no lo predicó nunca Jesucristo, esto es un invento del poder exorbitante de esta religión.
Entonces, para concluir, aunque ha habido en la historia de la humanidad movimientos como los Humanistas, la Ilustración y cientos de brujas quemadas en la hoguera u obligados a consumir cicuta por contradecir sus postulados, el poder de la religión no ha cedido, sigue intacto, se expande.