Por José Lucas Brito Pimienta
En las postrimerías del Gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla nacía en Riohacha, enero 18 de 1957, Arnoldo Iguarán Zúñiga en el tradicional barrio Arriba. En sus primeros años de juventud además del fútbol se dedicaba al popular juego del palito, con macana y chifla, palito redondo y delgado, donde sobresalió como uno de los mejores. Incursionó en el fútbol atlanticense, hizo parte de la selección de dicho Departamento, donde formó tripleta con ‘Nacho’ Escudero y ‘Pacho’ Pichón, quedando campeón. Su debut en el fútbol profesional fue en 1977 con el Cúcuta Deportivo bajo la dirección de ‘la Bruja Verón’, actuó además en el Deportes Tolima, Santa Fe, Junior y Millonarios. En la escuadra ‘albiazul’ convirtió 120 goles y es el segundo goleador histórico del equipo capitalino. Para recordar aquel 3 de abril de 1991, el conjunto ‘embajador’ se enfrentó al Cúcuta Deportivo, precisamente club donde debutó en el profesionalismo, y el marcador final: ‘Millos’ 6 – Cúcuta 0, cinco goles del guajiro Iguarán, la prensa capitalina titulaba a seis columnas: ‘La noche de Arnoldo Iguarán’. Los comentaristas deportivos definían a Iguarán como “atleta macizo, de arranques, fenomenal en los saltos, de un pique espectacular”. El técnico Vidinić lo definió como “un superdotado para el fútbol”. El profesor Maturana lo convocó para la Selección colombiana fue botín de oro en la Copa América en 1987, con un gol más que Maradona; en el año 1988 fue el máximo goleador de la Copa Libertadores, siendo el único jugador en la historia que ha logrado ser consecutivamente goleador en estos dos torneos. Conformó la inolvidable Selección Colombia que asistió al Mundial de Fútbol de 1990 en Italia, haciendo parte de ese fenomenal conjunto con Higuita, Valderrama, Asprilla y demás figuras. Máximo goleador de la Selección Colombia con 24 anotaciones, superado por Radamel García en el 2015. Todo este historial del guajiro Iguarán lo he sintetizado para decir que la clase dirigente de nuestro Departamento está en mora y debe rendirle un homenaje para que en la memoria de nosotros y de nuestros descendientes tengamos conocimiento de esta gran figura que en los estadios de Colombia y en el exterior puso en alto el nombre de nuestra región; cuando se hablaba de la famosa Villa Olímpica de Riohacha, la afición guajira comentaba que debía llevar el nombre de Arnoldo Iguarán: el primer guajiro en conformar una selección colombiana a un Mundial de Fútbol. Acaso no será posible que nuestro estadio de fútbol tuviera a su entrada un monumento del guajiro Arnoldo Iguarán para que las generaciones futuras conozcan la historia de sus antepasados, como en Santa Marta está la estatua del ‘Pibe’ Valderrama. Es que Arnoldo Iguarán Zúñiga es uno de los personajes del siglo XX en nuestra región. “Un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”.