El departamento hoy vive sus peores y deprimentes días, sin liderazgo político transparente y sin esperanzas. Campean políticos muertos de hambre que esperan las elecciones para venderse al clan Monsalvo; con un gobernador insensible a quien le importa un bledo lo que pase, ni siquiera el sofoco qué pasó y que arregló en la Corte, lo hizo reaccionar, sabe que todo lo puede y se siente intocable, no tiene temor de Dios; es capaz de gastarse 140.000 millones en un tal centro cultural que ni siquiera tiene elementos a incorporar, porque no hay ninguna investigación en curso, lo que piensan es llenarlo de pantallas para proyectar videos de parrandas vallenatas de YouTube, sobre este caso la Procuraduría abrió indagación por irregularidades en la contratación, pero tampoco pasará nada, los Daes de Barranquilla que fueron los beneficiados con ese contratico, comen en el mismo plato con la procuradora Margarita Cabello, también la procuradora Provincial Dina Zabaleta ficha de Didier Lobo, otro aliado del clan, así que olvídense. Mientras el primer mandatario gasta por montones en sus caprichos, el Cesar es el tercer departamento con mayor pobreza extrema del país, pasó de 19.3% a 24.8%.
De la red hospitalaria ni hablar, está en UCI, intubada y saqueada, el Hospital Rosario Pumarejo de López se encuentra en un estado calamitoso, con una gerente inepta y despiadada, no hay ni vigilantes, le deben a los profesionales hasta 16 meses de salario. El hospital de Bosconia, quebrado, el de Chiriguaná, intervenido y el de Aguachica, privatizado, en un evidente negocio con los dueños de la salud, los hermanos Arce, que se llevaron todos los usuarios subsidiados a sus clínicas. Pero hay más, Idecesar, entidad que debe promover créditos para los más necesitados, favorece con dinero a diputados y concejales aliados; manejado por la gerente del restaurante Taipa, también del clan, donde se hacen todos los cruces. Pero falta más, el Idreec, un instituto para rehabilitación y educación especial, es un caso perdido, lo quebraron, hoy sus empleados les adeudan hasta 28 meses y nadie responde, perjudicando a muchas personas con limitaciones. Las instituciones están totalmente tomadas, la Asamblea departamental da asco, una parranda de degenerados sin dignidad, solo se salvan Quintín Quintero y Claudia Margarita Zuleta, que han demostrado valentía, entereza y amor a su tierra. Al Sena llegó Jesús Alberto Namen, familiar político de los Monsalvo y ficha de José Alfredo Gnecco. La UPC da lástima, última en desempeño de la región Caribe, con un nivel académico de los peores en Colombia, envuelta en una inestabilidad institucional y rifada entre José Jorge Monsalvo y Sergio Araujo, representante del otro clan que se frota las manos por quedarse con el botín. Corpocesar, en las mismas circunstancias.
Y digo que el Cesar se merece su suerte porque está dominada por una minoría, representada en una clase política corrupta, que como hienas se ha alternado el Departamento para satisfacer sus ambiciones de dinero y poder manejan a su antojo a un electorado sin dignidad, que se vende por cualquier pastel, sumados a una mayoría miedosa y pasiva que no participa, que solo habla en voz baja por miedo.