El ataque en contra del Canal RCN y la Revista Semana el pasado 28 de abril, por parte de grupos terroristas que los grandes medios de comunicación llaman eufemísticamente desadaptados, pero que están bien adoctrinados por la dogmática más genocida que conoce la humanidad en toda la historia como es el marxismo leninismo; dicho ataque representa una campanada de alerta para la libertad de prensa, pues si eso hacen sin estar en Colombia en el poder del Estado, ¿Qué no harán si a partir del 7 de agosto de 2022, se monta en la Presidencia de la República una persona como Gustavo Petro?
De tal suerte que los medios de comunicación que defiende la libre expresión, deben de fortalecer su vocación democrática para empezar a impulsar debates en contra de las fuerzas totalitarias del comunismo, que con diferentes disfraces engañan a la ciudadanía prometiendo supuestas transformaciones, que indefectiblemente conducirán a un sometimiento político, social, económica y moral, ya que esos son los resultados de una dictadura igual a la que domina a Venezuela.
Para que no quepa la menor duda, tenemos que recordar que el sicópata marxista del Che Guevara, expresaba: “Hay que acabar con todos los periódicos. Una revolución no se puede lograr con libertad de prensa”, a lo que se debe agregar que los atacantes de los medios de comunicación agredidos el 28 de abril son admiradores del genocida cubano-argentino y portan orgullosamente efigies en sus indumentarias de semejante criminal, por ello empresas periodísticas y trabajadores de ese sector están completamente notificados de lo que les espera con un gobierno, que también denominan como alternativo o progresista, pero esos son simples remoquetes para ocultar el marxismo.
El adoctrinamiento comunista en centros educativos lleva cerca de 70 años, sin que la democracia le haya puesto un muro de contención con una lucha ideológica que desnude las falacias y los embelecos que venden los marxistas, especialmente en la juventud con la lucha de clases y el materialismo histórico, que mediante la superstición y el encantamiento, embrutecen a personas que por falta de discernimiento son llevadas a cometer acciones violentas en contra de la sociedad y las instituciones, que se convierten en el objetivos del terrorismo.
Dentro de las enseñanzas del Che Guevara, como referente terrorista, además decía: “Al enemigo hay que impedirle que tenga un minuto de tranquilidad, un minuto de sosiego, atacarlo donde quiera que se encuentra, hacerle sentir como una hiena acosada, pues el odio es un factor de lucha, el odio intrínsecamente al enemigo”, en donde el enemigo es el que está en contra del proyecto liberticida comunista. Quedando evidenciado que el adoctrinamiento totalitario en los centros de la educación pública en particular, vine desde hace mucho tiempo y no se le ha dado una confrontación intelectual como corresponde.
En la democracia la protesta social es fundamento de las libertades individuales, pero la mamerteria con todos sus aparatos y siglas, busca que las protestas se conviertan en una “huelga política general” al mejor estilo comunista, esperando su día de suerte para desarrollar una aventura insurreccional, con la revolución molecular disipada teniendo de objetivo acabar con la institucionalidad y con el Estado de derecho, aprovechando los apremios que tienen los gobernantes.
La defensa de las instituciones es fundamental para el bienestar de los colombianos, de ahí que hay repudiar las acechanzas del comunismo totalitario, que con métodos terroristas busca crear el desconcierto en la ciudadanía con individuos adoctrinados en la violencia, para conspirar en contra de la democracia que es la única alternativa real y posible frente a cualquier forma de dictadura, especialmente la marxista que envilece en grado sumo al ser humano.
Así que los medios de comunicación no pueden echar en saco roto, las agresiones de que fueron objeto el Canal RCN y la Revista Semana el 28 de abril, dado que eso no es algo espontaneo por parte de grupos exaltados ajenos a un programa político absolutista, sino que por el contrario detrás de esos acontecimientos se mueve la mano siniestra del totalitarismo marxista que se focaliza en destruir la libertad de prensa desde ya, para que en caso de que se monte un gobierno alternativo de la llamada izquierda en el país, tener un camino bastante bien recorrido para consolidar una tiranía comunista en el menor tiempo posible y, que mejor que amordazando de una vez a la prensa libre.