Llegada del acordeón a Villanueva: Según datos históricos recopilados de investigadores como el doctor Tomás Darío Gutiérrez, en su libro ‘Cultura vallenata: origen, teoría y pruebas’, pág. 405, señala:
“Un francés a quien los villanueveros llamaron ‘Monsieur Canmerer’ trajo un acordeón a Villanueva. Sin embargo, ni él ni su hijo Maximiliano “Manano” Kammerer interpretaron un aire autóctono, pues ‘Manano’, lo máximo que logró fue ser músico de colita”.
En el museo de ‘Beto’ Murgas en Valledupar se encuentran fotografías de los señores Karl Maximilianum Kammerer (médico) y Mack Wagnner Kammerer (geólogo) quienes en un viaje de seis meses de Francia a Riohacha, en un barco a vapor en busca de minas de cobre en Villanueva, aproximadamente en el año 1860, trajeron en burro de Riohacha a Villanueva un acordeón de tornillo de un teclado y bajo de cuchara.
Dice ‘Beto’ Murgas que Mack Wagnner Kammerer dejó su descendencia en Villanueva. Maximilianum Kammerer tuvo un romance en ‘la Cuna’ con la villanuevera Carmela Sarmiento y nació Maximiliano “Manano” Kammerer Sarmiento.
Casa donde sonó el primer acordeón en Villanueva, adquirida por Maximiliano “Manano” Kammerer, la primera escritura protocolizada en la Notaría Única de Villanueva, escritura pública No. 1 de fecha 11 de febrero de 1878 dice: “Tomo único. Estados Unidos de Colombia, estados soberanos del Magdalena. Vende: Pedro Alvarado a Maximiliano Kammerer una casa (de ahí nació la cuna) casa ubicada en la calle principal de Villanueva”. En esa época, casa de los Sarmiento, lo que sería hoy la calle 14 con carrera 8. A llí sonó por primera vez un acordeón en Villanueva (febrero de 1878). Fue la cuna donde se remeció (tocó) Maximiliano “Manano” Kammerer por primera vez un acordeón en Villanueva. ‘Manano’ hizo relación con los Sarmiento por los amoríos con Carmela.
Dinastía de acordeones los Sarmiento: Francisco Sarmiento y sus hijos Carmela, la madre de ‘Manano’, Juvenal, Luis y Rafael. Ellos macujeaban el acordeón, no fueron aventajados en el vallenato autóctono.
Anécdotas: Luis Sarmiento ‘Lengüita Mocha’, que medio macujeaba el acordeón de dos teclados, le preguntó a ‘Juve’, su hermano: “¿’Juve’, querei cocá?” y ‘Juve’ le respondió que si la cocá era de coco o de acordeón, y Luis le dijo: ‘Cocá de acorgueón’.
Sigue la historia del acordeón en su cuna: acordeonistas Rafael Enrique Daza, Luis Verdecia, Luis Villar (barrio El Cafetal) y otros en la primera generación en Villanueva, 1930 en adelante. En el barrio San Luis: Antonio Amaya, el padre de la colita. Rafael Enrique Daza, gran acordeonista, salió de Villanueva a recorrer los pueblos de Magdalena, Bolívar y no volvió más a su tierra.
En la época del año 1940 en adelante se vinieron dos grandes colosos del acordeón a mecerse en ‘la Cuna’, el maestro Emiliano Zuleta Baquero, nacido en la Jagua del Pedregal y el maestro Escolástico Romero, nacido en Becerril. Llegaron a Villanueva enamorados de dos hermosas mujeres cafetaleras, Carmen Díaz y Ana Ospino ‘La Nuñe’. También enamorados del acordeón para mecerse en ‘la Cuna’ dejaron la raijambre de las dos dinastías más importantes de la música vallenata; el maestro Escolástico Romero jaló a su hermano Pedro Romero, también buen acordeonero y compositor. Antonio Amaya, padre de la colita, aparte del acordeón también tocaba instrumentos de viento (bombardino, trombón alto y barítono).
162 años el acordeón en su cuna. Villanueva, Templo del Folclor Cuna de Acordeones.