Por Luis Hernán Tabares
Cada 25 de noviembre celebramos en Colombia la lucha contra eliminación de la violencia contra la mujer. Tal fecha corresponde el día que la ONU designó en honor a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, asesinadas brutalmente por el régimen del dictador Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana.
En su momento, el 13 de noviembre de 354 d. C, nace San Agustín. Santo, padre y doctor de la Iglesia católica. Con relación a su idea acerca de las mujeres: “Las mujeres no deben ser iluminadas ni educadas en forma alguna. De hecho, deberían ser segregadas, ya que no tienen alma y son causa de insidiosas e involuntarias erecciones en los santos varones.”
Además el gran sabio no alcanzaba a ver qué otra utilidad trae la mujer para el hombre, si se excluye la función de concebir niños.
Así mismo que en la antigüedad, Platón, decía “Doy gracias a Dios por no haber nacido mujer”. Pitágoras afirmó: “Existe un principio bueno que creó el orden, la luz, y el hombre, y un principio malo que creó el caos, la oscuridad y la mujer”, y para rematar uno de los más grandes; Aristóteles dijo: “Las mujeres nacen para obedecer, los hombres para mandar”.
Por el lado de las mujeres, vale la pena recordar que alrededor del año 370 d.C. nació Hipatia en Alejandría. Es la primera científica y filósofa de la historia en un tiempo en el que las mujeres no tenían acceso al saber. Pero le llegó la hora cuando se perseguía todo aquel que no se convirtiera al cristianismo. Hipatia se negó a traicionar sus ideas y convertirse por lo que fue acusada de conspiración. Fue asesinada brutalmente, la golpearon y arrastraron por toda la ciudad. La desnudaron, la descuartizaron con conchas marinas y sus restos fueron paseados, en señal de triunfo, por toda la ciudad y la incineraron.
En Francia con “no se nace mujer, se llega a serlo” nos encontramos con una de las consignas de la pensadora y activista Simone de Beauvoir, en la publicación de su ensayo ‘El segundo sexo’. Además afirmó que cuando por primera vez en la humanidad, la madre se arrodilla delante de su hijo; reconoce libremente su inferioridad. ¡He ahí la suprema victoria masculina! Con la frase: “Soy la sierva del señor”, se consuma el culto de María.
Acá en Colombia, el 30 de diciembre de 1931 nació Fanny González Franco en Pensilvania, Caldas. Con el tiempo se graduó de abogada en la Universidad Bolivariana de Medellín. Fue Juez en varios municipios y magistrada de los tribunales superiores de Pereira, Manizales y Bogotá. Fue la primera mujer colombiana escogida como Magistrada de Corte Suprema de Justicia. Cuando se produjo su muerte en el holocausto del Palacio de Justicia, desempeñaba la presidencia de la sala laboral.
Las Naciones Unidas conmemoran este día para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación. Colombia como país miembro reacciona con la ley 1257 de 2008 donde establece todos los procedimientos, acciones de promoción y prevención para que la vida de las mujeres sea libre de violencia.
Tiene el marco general, saca la violencia contra la mujer del ámbito privado y lo vuelve público, quiere decir que como delito debe tener conocimiento la Fiscalía General de la Nación. Adicionalmente le da al abogado como colocar el enfoque de género, tener la mirada de género y defender ante la justicia los derechos humanos de la mujer. Le dice que los derechos de la mujer son derechos humanos, están en el marco jurídico internacional y no son conciliables. Y, a los jueces los obliga a aplicarla en los casos de violencia contra la mujer. Ambos –abogado y juez– deben saber que no es agresión, es violencia física.
La ley es clara en acción u omisión, usted como persona natural conocedora del hecho de violencia contra la mujer en su barrio, por un vecino o un familiar, conociendo la comisión del hecho y no lo pone en conocimiento se vuelve cómplice, el funcionario de salud al cual llega la mujer víctima de violencia que diga no conocer la ley, es cómplice, el policía debe orientar a la mujer para que coloque la denuncia por violencia y no por agresión, si no lo hace es cómplice.
Aunque Colombia es uno de los países que ha tipificado penalmente el feminicidio, la trata de personas y el ataque con ácido es uno de los más machistas por su cultura de patriarcado debido a sus creencias religiosas. Sin embargo no se trata cada año reconocerlo o sacar una nueva ley para recordar que la mujer sigue siendo maltratada, violada y asesinada y que a pesar de ello seguir conmemorando este día.
Y, recuerden, a la mujer ni con el pétalo de una rosa.