Nos congratulamos con Ismael Fernández Gámez, Director del Diario del Norte y su dinámico equipo de trabajo, encabezado por su esposa Demis Pacheco, con motivo de los primeros 12 años de circulación de este periódico, que se ha convertido en una antena receptora y a través del Sistema radial Cardenal Stereo, emisora, de cuanto acontece en nuestro Departamento, en Colombia y el mundo. Definitivamente, el Diario del Norte y Cardenal Stereo se han convertido en un obligado referente del ejercicio del periodismo en La Guajira y la región Caribe.
Cabe resaltar que el papel que ha cumplido y sigue cumpliendo no es sólo el registro noticioso del diario acontecer, obviamente privilegiando siempre cuanto tiene que ver, para bien o para mal, con la suerte de nuestra tierra, sino que el pool de columnistas de primera línea con los que cuenta, diverso y pluralista en sus opiniones, profundiza en el escrutinio y análisis de los hechos relevantes y de esta manera contribuye eficazmente a formar una opinión informada.
Me cuento entre quienes hemos tenido el privilegio de ser acogidos en sus páginas con mis columnas semanales, brindándome de esta manera una ventana de oportunidad para asomarme de manera permanente y llegarle con mis columnas a los incontables lectores del Diario del Norte. Por ello, además, he sido testigo de excepción de su evolución, no dejándose atropellar por la tecnología sino, en cambio, poniéndola a su servicio, ampliando y amplificando su proyección, de tal suerte que su incursión en la era digital le ha permitido cubrir en tiempo real el registro del acontecer nacional e internacional y llegar hasta los más lejanos confines, superando las barreras que le imponía la era analógica.
Su amplia y larga experiencia periodística, ejercida siempre con honestidad e imparcialidad le ha permitido ganarse un posicionamiento y una credibilidad que son su más valioso activo. Este villanuevero, que partió desde el barrio Hormigueral de la Cuna de Acordeones sin mayores pretensiones, ha sabido ganarse el aprecio y la consideración de cuantos lo conocen, dado su talante y empatía personal, su modestia y su profesionalismo, esmerado siempre en hacer correctamente las cosas correctas. Parodiando a Gabo, me atrevería decir de Ismael que quien pueda vivir sin hacer periodismo no debe ser periodista y él sí que lo es.