Hablar de la elección de los miembros del Congreso de la República es auscultar el tema electoral-histórico de los parlamentarios (senadores y representantes a la Cámara) y frente a ello notaremos que solo hasta el 4 de julio de 1991 existieron y eran reconocidos dos partidos políticos: Liberal y Conservador. La Alianza M19 apareció entre el 5 de febrero al 4 de julio de 1991 (Convocatoria y elección de los miembros de la Asamblea Constituyente).
Durante la época anteriormente descrita (vigencia Constitución de 1886), los temas referentes a: el voto en blanco, el fenómeno de la abstención, total de las tarjetas no marcadas por el elector y el voto nulo, no eran tomados en cuenta por las autoridades electorales ni los partidos políticos.
Hoy, que una vez se producen los resultados electorales, más allá declarar el/la ganador del proceso o las curules obtenidas por los partidos y movimientos políticos, por mandato constitucional y legal, se describen el porcentaje aritméticos de: La abstención, el voto en blanco, los votos nulos y las tarjetas no marcadas en la respectiva circunscripción electoral.
El día 13 de diciembre de 2021 vence término de inscripción para los candidatos y el 13 de marzo de 2022 se inicia en Colombia el año político con la elección de los miembros del Congreso de la República (parlamentarios).
En el día a día, en los medios de comunicación en sus diferentes presentaciones es noticia el tema de los candidatos al Congreso de la República.
En La Guajira tenemos figuras frescas a elegir, representantes a la Cámara entre ellas, varias del género femenino (Reciente informe de la Registraduría Nacional del Estado Civil y la ONU: “La participación de mujeres en el Congreso colombiano es apenas del 19,7%).
Si nos preguntaran cuál debe ser el perfil de un candidato (a) a la Cámara de Representantes por el departamento de La Guajira, yo diría: Debe ser conocido (a) como buena o mala persona; haber liderado procesos relacionados con la problemática social en favor de las comunidades vulnerables; preferiblemente ser o haberse desempeñado como diputado, pero en especial, la candidata a la Cámara debe brillar con luz propia en sus intervenciones, primero: Es competente y lo segundo, es profesional, comunicadora social; no se ve bien el hecho de que quien conformó o integró la lista o jefe de debate, sea quien tome la vocería por ella.
Otro elemento que debe tenerse en las diferentes listas a la Cámara de Representantes en La Guajira es que en lo posible, quienes actúen en calidad de jefes políticos o de debate de algunos de las candidatos, preferiblemente no deben tener cuentas pendientes con la justicia (investigaciones en curso: penales, disciplinarias, de responsabilidad fiscal, Contraloría o disciplinarias) ni estar salpicado de tener o haber tenido nexos con grupos al margen de la ley.
En Colombia a igual que otros países, el voto de opinión es representativo y su base se sustenta en las redes sociales; si algunos de los candidatos a la Cámara de Representante por La Guajira es permisivo con la situación planteada aceptando la usurpación, facilitando de hecho un ambiente notorio de “política en cuerpo ajeno”, como diría un cantante fallecido, la suerte por lograr la curul está echada.