Las explosivas declaraciones de Aida Merlano revelan la peor cara del clan Char de Barraquilla, el mismo que muchos defendían con el argumento de que le ha cambiado la cara a la ciudad.
“Ellos son una mafia peor que el Clan del Golfo y que la guerrilla porque tienen el poder económico, el poder político y el cerebro maquiavélico. Tienen el cerebro de Pablo Escobar multiplicado por 10”, dijo tajantemente la exsenadora a la Revista Cambio; declaró además que recibió 500 millones de pesos del clan para su campaña, que las joyas que le habían quitado en el allanamiento se las había regalado Alex Char, a quien calificó de “canalla, poco hombre, sin personalidad”; también de tener de amante a Héctor Amarís, calanchín de la contratación en Barraquilla, apodado el ‘Oso Yogui’, quien fue denunciado por contratistas del Distrito y luego resultaron amenazados, como el ganadero Luis Enrique Guzmán Chams, que le entregó una coima de 2.300 millones por un tanque de agua que quedó a medias; involucró a José David Name,a quién dice que le va a volar la cabeza con todo lo que tiene sobre él; tampoco se salvó Fuad Char, a quien acusó, según dijo, por información que recibió de Héctor Amarís, de asesinar a su propio hermano, una denuncia que lo rotula como un Caín libanes-barraquillero.
Asimismo, aseguró que en la cárcel intentaron volverla loca para desvirtuar sus denuncias, que la amenazaban constantemente para que no declarara todo lo que sabía ante la Fiscalía; que entre los Char y los Gerlein le ofrecieron 6.000 millones de pesos para que se fugara, con el propósito de asesinarla y después enterrarla en una finca cercana a Valledupar, a propósito ¿De quién es esa finca? ¿Por qué en Valledupar, que todo se sabe, nadie dice nada sobre esa propiedad donde fue violada Aida Merlano? Dicen que es de unos aliados políticos de Char, pronto se sabrá, porque entre cielo y tierra no hay nada oculto.
Pero sigamos con el incendio barranquillero, en el que, sin lugar a dudas, hay otro derrotado, el periodismo local, notoriamente arrodillado ante este perverso clan, que, según Aida, ha hecho de todo, desde asesinatos, robo al erario, amenazas, intrigas, torturas psicológicas.
Es inconcebible que Jorge Cura, el periodista más importante de la ciudad, según dicen ellos, nunca hubiese dicho nada, ni tampoco El Heraldo, dirigido por la periodista Erika Fontalvo que salió de Caracol con un notorio prestigio, pero aún no ha hecho ninguna denuncia contra el Clan, y ni hablar de los periodistas raspacaldero que viven de las minucias que soltaban los Char, la función del periodismo no es plegarse a los corruptos porque pueden volverse más peligrosos, incluso que los mismos corruptos.
Es hora de que Barraquilla reaccione y se dé cuenta la clase de dirigentes tiene, la “distinguida” familia. Entre tanto, de acuerdo a las declaraciones de Aida, es cuestión de días para que a Arturo Char le den orden de captura, si es que la justicia funciona. En consecuencia, de todo esto, Alex Char debía renunciar a la candidatura presidencial, es inaudito que un candidato con señalamientos de tan alto calibre, este aspirando a gobernar el país; lo de su vida personal no es trascendente para el país ni para su posición política, lo verdaderamente importante es el rosario de delitos que se le sindican y que la Fiscalía y la Corte, tiene que resolver lo más pronto posible para que Barraquilla vea un nuevo amanecer.