Habiendo tomado posesión del cargo y dando inicio al periodo constitucional de cuatro años, los alcaldes deben integrar su equipo de gobierno con los mejores ciudadanos de la región, sobre lo cual vale la pena resaltar la importancia de la Secretaría de Planeación municipal, con toda la infraestructura física y profesional, pues es aquí donde se elaboran e implementan los proyectos que le van a proporcionar los recursos económicos que requiere el municipio para lograr la ejecución del Plan de Desarrollo.
El Plan de Desarrollo es de vital importancia para la administración que se inicia, pues constituye la hoja de ruta por donde se va a navegar, el cual debe ser estudiado inicialmente por el Consejo de Gobierno y el equipo asesor, posteriormente por el Consejo Territorial de Planeación, para que rinda su concepto y formule las recomendaciones que considere convenientes, de conformidad con lo establecido en la Ley 152 de 1994.
En estas condiciones se les recomienda diseñar una agenda de trabajo donde se defina, mensual, quincenal o semanalmente, las tareas a desarrollar por todo el equipo, priorizando todas las actividades, para lo cual debemos acudir a las enseñanzas de Stephen R. Covey, en su libro ‘Primero, lo primero’, para que estos alcaldes no se vuelvan locos con la avalancha de trabajo de los primeros seis meses: peticiones de la comunidad, reclamaciones laborales, lagarteos de políticos pidiendo puestos, contratistas reclamando lo suyo, sin descartar algunas visitas de los organismos de control para poner las primeras banderas de señales de advertencia sobre el terreno minado.
La adición a la urgencia, dice Covey, “equivale a una conducta autodestructiva que llena de forma temporaria el vacío que producen las necesidades insatisfechas. En lugar de satisfacerlas, las herramientas y los enfoques que empleamos para administrar el tiempo a menudo fomentan esa adicción y nos mantienen concentrados en la priorización diaria de lo urgente”.
Y es aquí donde comienza el desorden administrativo, dándose el caso, en que pasa el primer año de gobierno muchos municipios no arrancan o no despegan, pues el jefe del gobierno municipal no sabe para dónde va o cómo iniciar la tarea en forma ordenada que le permita realizar una gestión con buenos resultados, todo lo cual nos permite concluir la falta de liderazgo del representante legal del ente territorial.
Un primer consejo que podemos darles es saber seleccionar el equipo que lo acompañará en la nueva administración, escogiendo aquellos personajes mejor preparados, con experiencia en la administración pública y donde prime el interés general, pues hay que tener en cuenta el nuevo enfoque gerencial que tienen los servidores públicos de los municipios, de conformidad con lo establecido en el artículo 48 de la Ley 909 de 2004, que los obliga a actuar con objetividad, transparencia y profesionalidad, a formular políticas públicas y las acciones estratégicas para alcanzarlas, diseñar metas institucionales, y cuyos resultados serán evaluados por los organismos de control.