El Gobierno nacional anunció la convocatoria de sesiones extraordinarias para establecer el incremento del salario mínimo de 2025, luego de que la mesa de concertación no lograra alcanzar un acuerdo. La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, confirmó la decisión este miércoles, asegurando que “en todo momento se buscó concertar”, pero las propuestas presentadas hasta ahora no permitieron llegar a un consenso.
Las negociaciones para definir el salario mínimo han estado marcadas por profundas diferencias entre las partes. Las centrales obreras, lideradas por la CUT, han solicitado un aumento del 12%, lo que elevaría el salario mínimo a $1,45 millones; por su parte, los empresarios, inicialmente representados por Acopi, propusieron un aumento más moderado del 5,2%, equivalente a $1,36 millones. Sin embargo, esta última cifra fue descartada, y los gremios empresariales presentaron una nueva propuesta confidencial que, según fuentes, rondaría el 7%.
Entre los escenarios analizados, también se encuentra un aumento del 6,96%, basado en el IPC (inflación) más la productividad laboral, que fijaría el salario en $1.390.480. Otra opción es la sugerida por el exministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien propuso un incremento del 6,2%, lo que dejaría el mínimo en $1.380.600.
La ministra Ramírez destacó que, aunque existe disposición al diálogo, “Todavía hay posibilidad de movimientos entre las cifras, pero la diferencia entre lo que piden los trabajadores y lo que ofrecen los empresarios sigue siendo amplia”.
Entre el 18 y el 23 de diciembre se realizarán las reuniones extraordinarias para intentar un acuerdo. De no lograrse, el incremento será definido mediante decreto presidencial, conforme a lo establecido por la ley. “Si no logramos un acuerdo, trabajaremos en el proceso del decreto”, afirmó Ramírez.
El debate, que inició a principios de diciembre, ha evaluado indicadores clave como la productividad laboral y las cifras de inflación presentadas por el Dane; sin embargo, las diferencias entre las partes han hecho que las negociaciones se mantengan en un punto muerto.