Según el informe anual de la Red Global contra las Crisis Alimentarias (GNAFC, realizada colaboración con la FAO y otras agencias de la ONU, por primera vez, Colombia se encuentra entre los países con inseguridad alimentaria aguda.
Este informe destaca que, aunque el porcentaje de población que enfrenta este problema disminuyó en Latinoamérica y el Caribe durante 2023, Colombia ahora se suma a la lista de naciones afectadas.
De acuerdo a esta información, la población residente en Colombia sufre «uno de los niveles más altos de pobreza, desigualdad de ingresos e informalidad laboral» en la región, a pesar de ser considerado un país de ingresos medios o altos.
En total, alrededor de 1,3 millones de personas, equivalente al 3% de la población, se enfrentan a graves niveles de inseguridad alimentaria aguda, especialmente en las zonas rurales, debido a bajos ingresos y alta vulnerabilidad a fenómenos meteorológicos extremos.
Además, se destaca que el 62% de la población migrante o refugiada, aproximadamente 2,9 millones de personas, experimenta este fenómeno en Colombia, país que atraviesan en su camino hacia el norte de la región. Estos migrantes se ven obligados a enfrentar la peligrosa selva del Darién en la frontera natural con Panamá.
A nivel regional, el informe indica que el 26,5% de la población latinoamericana y caribeña se encuentra inmersa en crisis alimentarias. Aunque este porcentaje es ligeramente inferior al del año anterior, el número total de personas afectadas aumentó a 19,7 millones debido a la inclusión en la lista de residentes en Colombia y migrantes y refugiados de Perú.
El informe también destaca que la situación en otros países de la región, como Haití, que sigue siendo el más afectado por la crisis alimentaria, así como mejoras en países como Honduras, Guatemala y El Salvador.
Sin embargo, se mencionan preocupaciones sobre la crisis migratoria en América Latina, con 12 millones de personas desplazadas en la región debido a diversos factores, incluidas dificultades para acceder a empleo estable y condiciones climáticas extremas.
El informe refleja la compleja situación de la seguridad alimentaria en América Latina y destaca la necesidad de abordar no solo los retos internos de cada país, sino también las crisis migratorias y otros factores regionales que contribuyen a la inseguridad alimentaria.