La Defensoría del Pueblo rechazó los hechos ocurridos en la noche del martes en el Palacio de Justicia del municipio de Tuluá, Valle del Cauca, el cual terminó incendiado en el marco de las protestas.
En ese sentido, el defensor del Pueblo, Carlos Camargo, calificó el hecho como un acto de vandalismo que no representa la razón de las protestas. Asimismo, instó a que se adelanten con celeridad las investigaciones correspondientes.
“Incendiar el Palacio de Justicia de Tuluá no es protesta; es un acto de vandalismo que debe ser investigado con celeridad y dar con los delincuentes. Esto viola los derechos de todos los tulueños que resultan afectados”, expresó.
Mientras tanto, el ministro de Justicia, Wilson Ruiz, también rechazó los hechos y recalcó que estas acciones “buscan sembrar el caos y el miedo”.
Al parecer, la intervención del Cuerpo de Bomberos de Tuluá fue complicada, teniendo en cuenta la situación de orden público que se vivía en las calles de esa municipalidad.