En carta enviada al alcalde de Ibagué (Tolima), la Procuraduría General de la Nación solicitó con carácter urgente, realizar los controles necesarios y adoptar las medidas tendientes a prevenir comportamientos particulares que perturban y alteran las condiciones mínimas de orden público en la ciudad.
Afirmó que ha recibido reiteradas quejas por parte de habitantes de diferentes zonas residenciales, aledañas a establecimientos de salud, comerciales e industriales, quienes desde hace varios meses han visto perturbada su tranquilidad por el tránsito recurrente de buses abiertos, chivas y demás vehículos “rumberos” a diferentes horas del día y de la noche, en actividades que involucran exceso de ruido y desorden en el espacio público.
En su misiva, el ente de control señaló que las prácticas de este tipo de vehículos que circulan en la ciudad, no solo generan serias implicaciones en la salud y la calidad de vida de quienes padecen la contaminación auditiva, sino que también afectan su derecho a la tranquilidad, por la indebida utilización del espacio público y los altos niveles de ruido que emiten.
A través del documento, la Procuraduría instó a las secretarías de Movilidad, Gobierno y Salud para que atiendan y resuelvan efectivamente las peticiones de la ciudadanía frente a esta problemática que transgrede sus derechos fundamentales, sin una causa legal que lo justifique.
Finalmente, el Ministerio Público aclaró que esta actuación preventiva no implica coadministración o injerencia en las decisiones de las entidades.